La nueva investigación revela la presencia de toxinas en los fluidos del fracking y en sus aguas residuales. (Ilustración: Pat Lynch / Yale University)El hallazgo es obra del equipo de Nicole Deziel, de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos. Se necesitan urgentemente más estudios epidemiológicos y de exposición para evaluar las amenazas potenciales para la salud humana de las sustancias encontradas en los fluidos del fracking y en las aguas residuales creadas por este proceso, tal como recomiendan los autores del estudio. El equipo de investigación utilizó datos disponibles sobre 1.021 sustancias utilizadas en el fracking, un proceso que sirve para extraer petróleo y gas natural de las profundidades del subsuelo mediante la utilización de una mezcla de fluidos de fracturación hidráulica que puede contener cientos de sustancias. El proceso crea cantidades notables de aguas residuales y fractura el lecho de roca, planteando una amenaza potencial tanto para el agua superficial como para los acuíferos del subsuelo que suministran agua potable, tal como argumentan los investigadores.