Otro dato destacado que aporta el artículo es el perfil de la persona que se automedica. El consumo de medicamentos analgésicos sin prescripción es más elevado entre los jóvenes con un nivel educativo más alto, un ingreso mensual superior a los 1.400 €, los fumadores, las personas con trastornos psicológicos y aquellas que tienen una buena percepción de su estado de salud.