Los elefantes marinos tienen niveles de monóxido de carbono tan altos como las personas que fuman dos cajetillas diarias.abc.es. 15/05/14.Esta cifra se explica por el gran volumen de sangre que circula en el organismo de estos animales. Los niveles de monóxido de carbono (CO) de los elefantes marinos son tan altos como los de los seres humanos que fuman unos 40 cigarrillos al día, concluye una investigación publicada en «Journal of Experimental Biology».El CO es un asesino silencioso, incoloro e inodoro, producido por la combustión incompleta y que se une a la proteína portadora de oxígeno, la hemoglobina, en la sangre de los fumadores y víctimas de incendios, obstruyéndola para evitar el transporte de oxígeno, provocando asfixia.Ver noticia con referencia al artículo original, en inglés
Elefantes marinos en la playa
(SerTox)
El gran volumen de sangre de los elefantes marinos hace que tengan unos altos niveles de monóxido de carbono Uno de los expertos de esta investigación, Michael Tift, de la Institución Scripps de Oceanografía, en La Jolla, California, Estados Unidos, explica que todos producimos cantidades mínimas de CO de forma natural, pero que, en concentraciones muy bajas, el gas tiene efectos beneficiosos. Según este científico, el CO reduce la respuesta inflamatoria y la cantidad de apoptosis (muerte celular) por un ataque cardiaco y accidente cerebrovascular. Sabiendo que sólo el 1 por ciento de la hemoglobina de los no fumadores está bloqueada por CO, en forma de carboxihemoglobina, y que el CO se produce naturalmente por la degración de la hemoglobina, los autores de este trabajo se preguntaron cuánto CO lleva un elefante marino en su sangre, ya que tiene los volúmenes de sangre más grandes que cualquier animal de su tamaño. Mayor cuanto más viejosCuando realizó el estudio, Tift trabajó en estrecha colaboración con sus colegas de la Universidad de California, en Santa Cruz, Estados Unidos, que llevan estudiando a los elefantes marinos del Parque Estatal Nuevo Año durante 25 años, a quienes recurrió para recoger muestras de sangre. Al sedar ligeramente a estos animales, cachorros y adultos, Tift recogió muestras para medir el porcentaje de carboxihemoglobina en la sangre y cómo los niveles se alteran con la edad en los elefantes marinos, ya que los animales más viejos tienen el mayor volumen de sangre y los niveles más altos de hemoglobina. Al medir las proporciones relativas de la hemoglobina unida con oxígeno, dióxido de carbono y CO en las muestras de la sangre utilizando un analizador de gases en sangre, este experto se sorprendió al descubrir que los animales tienen niveles de carboxihemoglobina «estratosféricamente altos», similares a los seres humanos que fuman hasta 40 cigarrillos al día. A continuación, el equipo comparó los niveles de carboxihemoglobina de los animales jóvenes con los de los adultos y vio que la proporción de carboxihemoglobina en la sangre aumentó a medida que los animales envejecían, probablemente a causa de los niveles de hemoglobina más altos de los mayores. Contienen la respiraciónCuando Tift analizó los niveles de carboxihemoglobina de una pareja de jóvenes durante más de un día, quedó claro que la cantidad de carboxihemoglobina en la sangre de los animales era increíblemente estable. El principal autor del trabajo explica que sólo hay un camino por el que un animal elimina CO de su cuerpo: la exhalación, por lo que sospecha que los elefantes marinos acumulan una inmensa reserva de carboxihemoglobina al contener la respiración durante aproximadamente el 75 por ciento de sus vidas. «Si están en el mar, están constantemente buceando; si están en la tierra, permanecen en apneas del sueño [sosteniendo el aliento]», detalla. También sugiere que los elefantes marinos pueden producir más CO que otras especies porque gastan proteínas más rápidamente que otros animales. Tift sospecha asimismo que las altas concentraciones de CO de los animales podrían protegerlos del daño oxidativo que se produce cuando la sangre corre de nuevo en los tejidos periféricos después de contener la respiración como parte de la respuesta al buceo.