Un técnico fumiga un pino afectado por la plaga. / SURLa procesionaria es una plaga que causa problemas en las urbanizaciones de Málaga donde el pino es la especie vegetal predominante, como ocurre en Cerrado de Calderón, Pinares de San Antón y otras. No es excepcional, aunque este año, por las condiciones meteorológicas, se ha producido un nivel de infestación mayor que otros, y se ha adelantado casi medio mes el final del quinto estado larvario, «la típica hilera de gusanos peludos buscando un lugar de enterramiento», explica José Antonio Gómez, ingeniero técnico forestal. «Los fríos invernales anómalos en estas latitudes más cálidas han favorecido su apetito y su premura por enterrarse para que las orugas se conviertan en crisálida». Y es precisamente en ese desfile donde surgen los problemas, especialmente graves en el caso de niños y mascotas, que se pueden acercar y tocarlas.
Desde el mes de febrero hasta, aproximadamente, el mes de abril éstas bajan desde los pinos en forma de procesión buscando un lugar donde poder enterrarse para empezar a tejer su capullo y romperlo en julio, del que saldrán convertidas en mariposa.
Son muchos los veterinarios que nos recomiendan evitar las zonas de pinos durante estos meses.