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En las últimas semanas se han recogido en las playas francesas casi 900 kilos de cocaína

14 November, 2019
Marea blanca de cocaína en el Atlántico. lavanguardia.com. 13/11/19. Quienes pasean estos días por las amplias playas de la costa atlántica francesa pueden hacer hallazgos insospechados. Haría ilusión encontrar, arrastrada por las olas, o cuando se retira la marea, la clásica botella con el mensaje de alguien lejano, pero el mundo real es menos bonito y novelesco.
En las últimas semanas se han recogido en las playas francesas casi 900 kilos de cocaína
Polvo blanco…
(SerTox)
Lo más probable es que, sobre la arena, vean un paquete del tamaño de una caja de zapatos, perfectamente sellado y protegido dentro de una bolsa de plástico. En su interior aparecerá un polvo muy blanco: cocaína de una pureza del 83%. A los traficantes se les cayó la droga o la echaron al mar para soltar lastre en un temporal. Desde el pasado 18 de octubre, a lo largo de varios centenares de kilómetros de costa, desde la desembocadura del Loira hasta Biarritz, en el País Vasco francés, han ido apareciendo en las playas, en un goteo constante, decenas de paquetes con cocaína en su interior. El fenómeno ha obligado a la Gendarmería, en coordinación con varios ayuntamientos afectados, a cerrar playas y prohibir a la gente acercarse. Gendarmes y policías patrullan con todoterrenos y helicópteros. Se ha advertido a la población que no recoja estos pequeños sacos ni los abra en ningún caso, pues la extraordinaria pureza de la droga supone un grave peligro de intoxicación, sobre todo para los niños. La Fiscalía de Rennes, que investiga el asunto, anunció que, hasta ayer, se han recuperado unos 872 kilos de cocaína, una fortuna inmensa a precio de mercado. La procedencia de la droga es todavía un misterio. Se barajan varias hipótesis. Una posibilidad es que el cargamento, procedente de Sudamérica, cayera al mar durante la maniobra de trasvase del barco que lo transportó en la travesía oceánica a una lancha que debía descargarlo clandestinamente en Francia. La Fiscalía se inclina a pensar que los traficantes, sorprendidos por un fuerte temporal, y tal vez a bordo de un velero o una embarcación pequeña, tuvieron que desprenderse de la droga para soltar lastre y evitar naufragar. Sea como fuere, las autoridades francesas han pedido la colaboración de las policías de otros países euro­peos y también de la DEA, la agencia antidroga estadounidense, para tratar de averiguar su procedencia. Los paquetes llevan inscritas las palabras “diamante” o “brillante”, en español, el código usado por los narcos para describir el tipo de cocaína de mayor pureza. La insólita marea blanca sobre las playas ha sido una tentación para algunos. Anteayer hubo dos detenciones en Lacanau, en el departamento de Gironde. Uno de ellos era un muchacho de 17 años que estaba de vacaciones en la zona. Había recogido cinco kilos de cocaína. Otro hombre de 27 años fue arrestado también con la misma cantidad. Se había desplazado a propósito. La posesión de tal cantidad de droga puede llegar a ser castigada con hasta 10 años de cárcel. El año pasado la cocaína también fue noticia en Londres. Varios estudios detectaron una alta presencia de restos de esta droga en las aguas del Támesis. Al parecer, las depuradoras no logran disolver o filtrar la cocaína que se vierte en el río, producto de la orina de los consumidores. Incluso una cantidad microscópica mínima tiene efectos muy nocivos en algunas especies fluviales, como las anguilas, que se vuelven hiperactivas. La contaminación por cocaína en el Támesis generó alarma sobre el alto consumo de esta droga en la metrópoli británica. En Francia, sin embargo, la adicción al polvo blanco se ha disparado en los últimos años. De ser una droga muy elitista ha pasado a ser consumida por un público variado, interclasista. El precio ha bajado, y se ha multiplicado la oferta. Los muertos por intoxicación también han crecido mucho porque llega un producto más puro y peligroso. En el país de Astérix, la cocaína se ha convertido en una especie de poción mágica contemporánea, el recurso prodigioso que permite mejorar las prestaciones en el trabajo y en el sexo, vencer la fatiga, la inhibición y los miedos, aunque en realidad se trate de una falsa ilusión que lleva a la ruina física y psíquica. La súbita marea de cocaína en la costa atlántica tal vez sea una metáfora sobre la accesibilidad fácil a la droga y los riesgos de una quimera de felicidad que suele terminar en naufragio.
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