Protesta en Honduras por el asesinato de Berta Cáceres el pasado 2 de marzo. / EFEBerta Cáceres llevaba años viviendo bajo amenazas de muerte en su país, Honduras. A pesar de las intimidaciones y la coacción, nada ni nadie la frenó en su lucha por los derechos del medioambiente y del pueblo indígena Lenca –de la cultura Maya–, hasta que unos hombres armados forzaron la entrada de su casa y la asesinaron a tiros en la noche del pasado 2 de marzo.
Berta Cáceres organizó una asamblea local con miembros de su comunidad para votar en contra de la construcción de la presa Agua Zarca. / Goldman Environmental PrizeEn el documento Cuántos más la activista hondureña contaba cómo se había visto obligada a vivir como una fugitiva y había sido criminalizada por el Gobierno hondureño. Al narrar su historia y elevar su perfil mediático, buscaba seguridad. “Pensamos que era la manera de evitar lo que desgraciadamente ha pasado”, señala Kyte. Pero como Berta, muchas más personas han luchado y muerto en la sombra.
En la última década más de mil activistas has sido asesinados. / José Antonio Peñas (Sinc)
Chico Mendes junto a su mujer Ilsamar. / Wikipedia
Tala en la reserva de Praialta-Piranheira en la Amazonía brasileña. / Nelson Feitosa-IBAMA