Los resultados, publicados el 7 de septiembre en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), revelan una fuente previamente no reconocida de contaminación por mercurio en las aguas costeras.
"Muchos estudios han observado biomagnificación en la cadena alimentaria y dimos un paso más allá para ver qué sucedía, porque el mercurio es un elemento y nunca se descompone y desaparece. Sólo cambia de forma", dijo la autora Jennifer Cossaboon, quien dirigió el estudio como estudiante en la Universidad de California Santa Cruz y ahora es una estudiante graduada en salud ambiental de la Universidad Estatal de San Diego.
