Los pescados y los mariscos tienen diferentes cantidades de mercurio.Pero la diferencia entre pescados y mariscos no radica únicamente en los tipos y las variedades que hay, también se encuentra en los niveles de mercurio que pueden contener."Los pescados que tienen la mayor concentración de mercurio, que son los que están al final de la cadena alimenticia, no deben consumirse más de dos veces al mes", le dice a BBC Mundo el doctor Andrei Tchernitchin, presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico de Chile.Las sardinas y el salmón son de los que menos mercurio tienen.
Tchernitchin, quien también es profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, indica que "el veneno está en la dosis".Refiere el caso de una comunidad indígena en la selva boliviana en las cercanías de una zona de extracción de oro que se alimentaba de pescados carnívoros de un río aledaño, en la que empezaron a observarse enfermedades relacionadas con el consumo de mercurio.Algo similar ocurrió en Japón, en donde una fábrica de ácido acético desechó residuos de mercurio en la bahía de Minamata durante mucho tiempo.Los pescados y mariscos eran el principal medio de vida de los pobladores de la zona que, en algunos casos, presentaron estados delirantes, habla incoherente, problemas neurológicos y pérdida de memoria. ControlPero si el consumo es moderado, no suponen riesgos para la salud.Aunque las mujeres embarazadas, las lactantes y los niños menores de tres años deben tener particular cuidado con el consumo de pescados y mariscos. Los fetos son vulnerables a los efectos nocivos del mercurio.Éstos incluyen daños a los sistemas nervioso, digestivo e inmunitario, además de los pulmones, los riñones y los ojos.Francisco Miguel Celdrán, nutricionista de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, en España, le dice a BBC Mundo que estos grupos poblacionales no deben comer los pescados que tienen una mayor concentración de mercurio. ¿Pero cómo llega al mundo marino?
El mercurio se puede acumular en los peces.
El mercurio se encuentra de forma natural en la corteza terrestre y puede provenir de la actividad volcánica y la erosión de las rocas.Sin embargo, la principal causa de emisiones de mercurio son las actividades humanas, particularmente aquellas provenientes de la combustión de carbón en centrales eléctrica y procesos industriales.El Departamento de Ambiente y Cambio Climático de Canadá explica que, una vez que el mercurio es liberado en el medio ambiente y en el ecosistema marino, ciertas bacterias pueden transformarlo en metilmercurio."Esta sustancia se acumula en peces y mariscos, que terminan con una concentración más elevada del químico en el organismo que en su entorno".Adicionalmente, tiene lugar un proceso llamado ‘bioamplificación’ que se produce en la cadena alimenticia."Los predadores (como los tiburones) se comen otros organismos y absorben los elementos contaminantes que estaban en su comida. Es por eso que los peces grandes tienen más mercurio en su organismo, se devoraron a muchos peces pequeños que, a su vez, absorbieron el químico que estaba en el plancton".
No es recomendable exceder las cantidades recomendadas para el consumo de pescado.
¿Qué consumir?En términos generales, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido recomienda el consumo de al menos dos porciones de pescado a la semana como parte de una dieta saludable.Se calcula que una porción son 140 gramos, después de que se ha cocinado.EPA y el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, una ONG que se dedica a temas relacionados con el medio ambiente, ofrecen una guía que cataloga los pescados y mariscos en función de la concentración de mercurio que suelen tener.Los que tienen la mayor cantidad de mercurio:
Tiburón
Pez espada
Aguja
Los que tienen alta concentración de mercurio pero menos que los anteriores
Verdel (de la variedad del golfo y español)
Corvina (del Pacífico)
Bacalao negro
Mero chileno, también conocido como bacalao austral, merluza negra
Atún
Los que tienen una cantidad moderada
Lubina rayada
Carpa
Langosta
Rape
Pez búfalo
Los que tienen pocoPalometa, anchoas, bagre, almeja, cangrejo de río, ostras, salmón, sardinas, camarones, calamares, tilapia, merluza, abadejo, vieira, trucha. Esta información no debe tomarse como una alternativa a la consulta médica. En cualquier aspecto relacionado con la salud, se tienen que seguir las indicaciones de un especialista.