Un lago mortal que convierte animales en estatuas de sal. Parece la trama de un relato fantástico y siniestro, pero eso es lo que ocurre en el Lago Natrón, en el norte de Tanzania, África. El lugar toma su nombre de un compuesto químico natural formado principalmente por carbonato de sodio, proveniente de cenizas del cercano volcán Ol Doinyo Lengai.