Árbol de savia azul que descontamina los suelos.
ecoportal.net. 05/05/2021. Los árboles no dejan de sorprendernos, el llamado Pycnandra acuminata acumula un asombroso 20-25% de níquel en su savia, color verde azulado, debido a esto, su nombre vernáculo en francés es sève bleue, literalmente “savia azul”.
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Posible utilidad de un árbol hiperacumulador de niquel y otros metales pesados de Nueva Caledonia.
Los descubrimientos sobre los árboles siguen trayéndonos maravillas. Hace poco nos sorprendíamos con el fenómeno llamado Wood Wide Web en el que cientos de raíces están interconectadas, en permanente comunicación bajo la tierra.
Hace más de 40 años se descubría una especie de árbol de savia azul especializada en la hiperacumulación de metales pesados y actualmente los científicos están concentrando sus estudios en este proceso.
Las plantas se desarrollan sobre un sustrato, más conocido como tierra, compuesto por una parte orgánica y otra mineral. Se trata realmente un sistema vivo muy complejo. En los casos en que se acumulan metales pesados en el sustrato, por ejemplo a consecuencia de la minería como níquel y zinc, la vida vegetal se hace casi imposible, pero estas especies hiperacumuladoras son la excepción.
La evolución de los árboles
Existe un grupo especializado de árboles llamados hiperacumuladores que ha evolucionado para incorporar metales tóxicos en sus tallos, hojas e incluso en sus semillas. Uno de estos árboles es la especie conocida como Pycnandra acuminata, un árbol leñoso de lento crecimiento de savia azul que puede alcanzar una altura de 15 a 20 metros y crece en la isla Nueva Caledonia en el Pacífico Sur.
Mientras que a muchos árboles se les hace imposible desarrollarse en suelos con metales pesados, esta especie no solo florece y fructifica, sino que purifica la tierra de estos tóxicos.
Esta maravillosa adaptación de la naturaleza que vuelve la savia de Pycnandra acuminata de color azul verdoso, tiene su explicación científica.
La hipótesis más popular para explicar la evolución de la hiperacumulación gira en torno a la “protección herbivoría elemental”, que propone que las concentraciones elevadas de metales o metaloides en los brotes brindan protección contra los insectos masticadores de hojas.
Los estudios experimentales han proporcionado amplia evidencia de que el níquel hiperacumulado es tóxico para la mayoría de los insectos herbívoros, pero se han encontrado algunos insectos especializados con altos niveles de tolerancia.
La hiperacumulación también puede tener efectos antifúngicos o puede reducir la germinación y el crecimiento de especies de plantas competidoras a través de un aumento en las concentraciones de níquel en el suelo cercano, a través de la deposición de hojarasca.
Aplicaciones en fitoextracción y fitominería de níquel
Las plantas de este tipo son de gran interés debido a su uso potencial en la fitorremediación de minas abandonadas contaminadas, o incluso como un medio de fitomejoramiento no destructivo de suelos ricos en metales pesados, lo que permite que estos se recolecten e incluso aprovechen de una manera ambientalmente sostenible.
Se ha propuesto y demostrado la fitoextracción para la remediación de suelos contaminados por elementos tóxicos, para la biofortificación (especialmente para el zinc) o para conferir rasgos de hiperacumulación a otros cultivos.
Existe un claro potencial para la fitominería de níquel, en el que los cultivos de hiperacumuladores se cultivan en suelos que son subeconómicos para la minería convencional, con la recolección de su biomasa para producir un ‘bio-mineral’ rico en níquel. Este bio-mineral es mucho más rico en níquel que los minerales extraídos tradicionales y se puede utilizar para derivar productos químicos puros o catalizadores.
Existen aplicaciones de fitoextracción para una variedad de otros elementos por los cuales se conocen las plantas hiperacumuladoras, incluyendo selenio, talio y manganeso, o para remediar suelos contaminados con arsénico-cadmio o selenio.
Especie amenazada
Pycnandra acuminata lamentablemente se encuentra amenazada por la minería, los incendios forestales y la deforestación.