Un estudio de más de 69,000 suecos que lo usaron como ayuda para dejar de fumar no encontró evidencias que respaldaran esas preocupaciones, algunas de las cuales llevaron a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. a asignar su advertencia más contundente a la etiqueta del fármaco en 2009.