Un plaguicida es cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga. Esto significa que existe una innumerable cantidad de productos a los que estamos expuestos directa o indirectamente en nuestra cotidianeidad. Si reconocemos que "para poder prevenir un riesgo, primero hay que conocerlo", este artículo puede orientarnos en ese sentido
Según la Organización para la Alimentación,
FAO (1986), un plaguicida es "cualquier sustancia
o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir
o controlar cualquier plaga incluyendo: los vectores
de enfermedades humanas o de los animales, las especies
no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio
o que interfieren de cualquier otra forma en la producción,
elaboración, almacenamiento, transporte o comercialización
de alimentos, productos agrícolas, madera y subproductos
o alimentos para animales, o que pueden administrarse
a los animales para combatir insectos, arácnidos
u otras plagas en o sobre sus cuerpos. El término
incluye las sustancias destinadas a utilizarse como
reguladores del crecimiento de las plantas, defoliantes,
desecantes, agentes para reducir la densidad de la fruta
o aagentes para evitar la caída prematura de
la fruta, y las sustancias aplicadas a los cultivos
antes y después de la cosecha para proteger al
producto contra la deterioración durante el almacenamiento
y transporte."
Esta definición nos muestra que al hablar de
plaguicidas nos estamos refiriendo a un grupo de sustancias
químicas muy heterogéneas, de diversa
naturaleza, estructura y actividad biológica,
lo que determina diferente toxicidad y hace muy difícil
la clasificación de los riesgos para la salud
humana.
De distintos modos y en mayor o menor grado, diferentes
grupos y sectores de la población pueden estar
expuestos a los plaguicidas. Algunas exposiciones son
deliberadas (suicidios y homicidios) mientras que otras
son accidentales.
Davies y col. (1984) han descripto diferentes categorías
de exposición a los plaguicidas, indicando en
cada caso el volumen aproximado de la población
expuesta. Con ese fin utilizan un triángulo para
representar la gran masa de población poco expuesta
y el grupo más reducido con exposiciones extremas.
Estas proporciones de población no reflejan necesariamente
el número de intoxicaciones que pueden producirse.
Los plaguicidas usados actualmente comprenden, como
ya se mencionara, una gran variedad de productos químicos
que difieren considerablemente en cuanto a modo de acción,
absorción por el organismo, metabolismo, eliminación
y toxicidad para el ser humano. En general se considera
que los efectos tóxicos agudos pueden reconocerse
con bastante facilidad mientras que los resultantes
de una exposición prolongada a dosis bajas suelen
ser difíciles de distinguir.
Si, como es de esperar, el empleo de plaguicidas químicos
se continúa incrementando en los próximos
años en los países en desarrollo y si
prosigue la expansión de las prácticas
agrícolas, cabe anticipar que aumentará
en consecuencia el número de casos de intoxicación
aguda intencional y no intencional a menos que se emprendan
programas educativos y preventivos importantes.
Según se prevee, el mayor incremento se registrará
en el sector de los herbicidas. Los plaguicidas organoclorados
se utilizarán cada vez menos mientras que cobrarán
importancia creciente los insecticidas organofosforados
y los carbamatos. Si no se reduce el empleo de los plaguicidas
más tóxicos, aumentarán los riesgos
de intoxicación aguda.
El número de personas que trabajan en sectores
muy expuestos como ejemplo horticultura comercial puede
aumentar en el próximo decenio, incluso, aunque
descienda la proporción de la población
global dedicada directamente a la agricultura.
En nuestro país, la prohibición total
del uso del parathion eliminó la cusa más
frecuente de mortalidad por plaguicidas ( más
de 21 muertes en Rosario entre 1977 y 1994)
En nuestra región, un tema actual en discusión es las consecuencias del MERCOSUR sobre la utilización y regulación de plaguicidas.
Ante casos de intoxicaciones agudas o para asesorarse frente a otro tipo de intoxicaciones, existen en el país diversos centros médicos especializados en el tema donde se pueden realizar consultas telefónicas. Algunos de los número son: Centro Nacional de Intoxicaciones (0-800-333-0060), Hospital San José en Pergamino (02477-429793) o el Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños (0341-4480202).