Se reducen las tasas de abuso de analgésicos recetados, pero hay muchos adictos, según un estudio.nlm.nih.gov. 14/10/15. Un segundo estudio encuentra que el 80 por ciento de quienes abusan de ellos no reciben tratamiento para su adicción. El porcentaje de adultos estadounidenses que abusan de los analgésicos narcóticos recetados se ha reducido ligeramente en la última década, revela una encuesta reciente. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que los que abusan de estos potentes fármacos lo hacen con más frecuencia y son más propensos a volverse adictos. "Es alentador que el porcentaje de uso no médico de [narcóticos] opiáceos se haya reducido", dijo la autora del estudio, la Dra. Beth Han, estadística del Centro de Estadísticas y Calidad de la Salud Conductual de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de EE. UU.
Pero al mismo tiempo, los resultados mixtos "subrayan la importancia del tratamiento para los trastornos de abuso de sustancias", añadió Han. "La mayoría de los adultos con trastornos de uso de [narcóticos] opiáceos u otros trastornos de uso de sustancias no reciben tratamiento ni perciben la necesidad del tratamiento", dijo Han. El informe de su equipo aparece en la edición del 13 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association. Un segundo informe publicado en la misma revista respalda ese hecho. El 80 por ciento de quienes abusan de los narcóticos no obtienen ningún tratamiento para su adicción. De hecho, las tasas de tratamiento han permanecido en esencia estáticas desde 2004, dijeron los investigadores, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore. El análisis de Han incluyó respuestas provistas entre 2003 y 2013 por más de 472,000 adultos que participaron en encuestas anuales sobre el uso de medicamentos y drogas. Los encuestados indicaron si habían usado o no narcóticos recetados para un propósito no recetado en el año anterior en algún momento. Entonces, se pidió a las personas que contestaron que sí que indicaran con qué frecuencia lo habían hecho, cómo habían obtenido los fármacos y a qué edad habían abusado de los narcóticos recetados por primera vez. También se pidió al mismo grupo que detallara cualquier antecedente de depresión y/o abuso o dependencia de sustancias. Esas sustancias incluían al alcohol, la marihuana, la cocaína y la heroína, además de una amplia variedad de estimulantes y/o sedantes recetados. Además de un pequeño descenso en el abuso general de analgésicos narcóticos recetados entre la primera encuesta y la última, los investigadores también observaron un ligero descenso en el porcentaje de personas que dijeron que habían abusado de narcóticos recetados por primera vez en el año anterior (del 1 por ciento en 2003 al 0.6 por ciento en 2013). Pero en el mismo periodo, hubo más personas de las que dijeron que abusaban de los narcóticos recetados que lo hicieron con una mayor frecuencia (el 0.6 por ciento en 2003 y el 0.9 por ciento en 2013). Esa dependencia se manifiesta típicamente como un deseo incontrolable de seguir tomando los medicamentos, incluso frente a las consecuencias nocivas y cuando el uso de los fármacos comienza a adueñarse de la vida de una persona. El aumento de la tolerancia (necesitar más medicamentos para alcanzar la misma intoxicación) es otra señal de dependencia, al igual que la dificultad de abandonar el hábito. Una década de datos obtenidos por el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de EE. UU. reveló que más estadounidenses adultos mueren ahora por el abuso de narcóticos recetados que nunca antes. Concretamente, el análisis encontró que mientras 4.5 de cada 100,000 estadounidenses murieron de una sobredosis relacionada en 2003, esa cifra había llegado a 7.8 en 2013. El Dr. Lewis Nelson, autor de un editorial que acompaña al estudio, sugirió que los hallazgos demuestran que "los problemas asociados con el mal uso de los [narcóticos] opiáceos siguen siendo masivos". Según Nelson, "tenemos una generación de pacientes adictos y con sobredosis de unos medicamentos que probablemente, para empezar, no hayan sido beneficiosos". Nelson es profesor de medicina del departamento de medicina de emergencias de la Facultad de Medicina de la NYU en el Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York. "El lado positivo podría ser que menos pacientes están usando [narcóticos] opiáceos con fines no médicos, pero el lado negativo es que más pacientes los están usando mal en mayores cantidades, sufriendo más [adicción] y muriendo", planteó Nelson. Controlar el problema requerirá aceptar el hecho de que "no podemos hacer que [los narcóticos] sean más seguros, y que no funcionan para la mayoría de casos de dolor crónico", añadió Nelson. "Tenemos que replantear las expectativas respecto al alivio del dolor y la función de los recetadores y los pacientes para que concuerden con esa realidad", dijo. "Con ese fin, subir el listón para el uso de los opiáceos en el tratamiento del dolor agudo o crónico expondrá a menos pacientes a los riesgos que plantean".
Artículo por HealthDay, traducido por Hola DoctorFUENTES: Beth Han, M.D., Ph.D., M.P.H., statistician, Center for Behavioral Health Statistics and Quality, Substance Abuse and Mental Health Services Administration, Rockville, Md.; Lewis S. Nelson, M.D., professor, department of emergency medicine, NYU School of Medicine, NYU Langone Medical Center, New York City; Oct. 13, 2015, Journal of the American Medical Association HealthDay____________________________________________________________________________________________________Leer relacionado: A los estadounidenses les preocupa la adicción a los analgésicos recetados. Por Mary Elizabeth Dallas. nlm.nih.gov. 13/10/15.Las personas respaldan una mayor educación para los médicos y regulaciones para limitar el acceso abusivo, según una encuesta. A la mayoría de estadounidenses les preocupa el abuso de los analgésicos recetados, a pesar del uso generalizado de esos medicamentos legales, sugiere una investigación reciente.Alrededor de uno de cada cuatro estadounidenses reportó tomar un analgésico recetado, como hidrocodona (Vicodin) u oxicodona (Percocet, Oxycontin), en el año anterior, según el estudio. Alrededor del 70 por ciento de los estadounidenses dijeron que les habían recetado analgésicos narcóticos en algún momento de sus vidas. Y casi el 20 por ciento admitieron que habían tomado analgésicos recetados a otras personas, reveló el estudio. "Este estudio muestra que muchos estadounidenses han tenido experiencia directa con el uso de analgésicos recetados, y que una cantidad considerable han usado mal o abusado de estos medicamentos, o tienen amigos cercanos o familiares que lo han hecho", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins la líder del estudio, Colleen Barry, profesora asociada de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la universidad. Pero al mismo tiempo, los investigadores encontraron que casi un 60 por ciento de los estadounidenses creen que el abuso de esos fármacos es un problema significativo de salud pública. Eso es similar a las opiniones de los estadounidenses sobre otros problemas de salud pública, como la violencia con las armas de fuego o el uso de tabaco, dijeron los investigadores. En 2012, las sobredosis de medicamentos y drogas, sobre todo con analgésicos recetados, superaron a los accidentes de coche para convertirse en la principal causa de muerte por lesiones, apuntaron los investigadores. Además, se estima que los costos relacionados con el abuso de esos fármacos son de unos 50,000 millones de dólares al año. El estudio, que aparece en la edición en línea del 7 de octubre de la revista Addiction, incluyó una encuesta de opinión pública basada en internet. Los investigadores consultaron a más de 1,100 adultos de EE. UU. en febrero de 2014. La mayoría de personas pensaban que los médicos que recetan esos fármacos son los responsables de la crisis sanitaria actual. Los participantes en la encuesta consideraban que los pacientes toman esos medicamentos durante demasiado tiempo, y que era demasiado fácil obtener más de una receta para esos fármacos. Muchos encuestados dijeron que las personas no se dan cuenta de lo fácil que es hacerse adicto a estos fármacos. El estudio reveló un amplio respaldo entre los estadounidenses para los cambios en las políticas propuestos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de la Casa Blanca, la Asociación Médica Americana (American Medical Association) y Trust for America’s Health. "Creemos que es el momento perfecto para trabajar en promulgar políticas que de verdad puedan tener un impacto sobre la crisis de abuso de analgésicos recetados", señaló en el comunicado de prensa la coautora del estudio, Emma "Beth" McGinty, profesora asistente de la Facultad Bloomberg. "El problema aún no se ha politizado altamente como algunos temas de salud pública, por ejemplo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, la violencia con las armas de fuego o los intercambios de agujas, de forma que quizá tengamos una oportunidad para controlar esta epidemia". Las personas que respondieron a la encuesta respaldaban un entrenamiento adicional para los médicos sobre cómo controlar el dolor de los pacientes y tratar la adicción. También daban su apoyo a medidas para evitar que los pacientes reciban recetas múltiples de analgésicos de distintos médicos, además de normas que obliguen a los farmacéuticos a revisar el documento de identificación de los pacientes antes de distribuir analgésicos narcóticos. Los hallazgos mostraron que dos cambios propuestos carecen de un respaldo amplio. Poco menos de la mitad de las personas encuestadas deseaban una mayor distribución de medicamentos que pueden revertir una sobredosis de esos analgésicos. Y apenas un 39 por ciento respaldaban que el gobierno gastara más en el tratamiento para la adicción.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola DoctorFUENTE: Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, news release, Oct. 7, 2015 HealthDay