1)«Algunas setas se han llegado a utilizar con fines homicidas».diariovasco.21/09/09. Cada vez son más los aficionados a recolectar setas y cada vez son más las intoxicaciones por ingerir ejemplares venenosos, advierte el experto catalán.Pocos saben tanto como él en materia de intoxicaciones por setas. El doctor Josep Piqueras Carrasco, especialista en Hematología en el Hospital General Vall d’Hebron de Barcelona, ofrece hoy, a las siete y media de la tarde, una conferencia en la Casa de Cultura del barrio donostiarra de Loiola, en el marco de las Jornadas Micológicas y de Gastronomía. Disertará sobre Las setas, venenos y medicinas. Tiene un claro mensaje: «El que conoce tres o cuatro especies que se limite a ellas. Si no estamos seguros, mejor dejarlas; uno se puede jugar la vida».
– Después del verano que ha hecho y las lluvias de los últimos días, ¿qué nos puede adelantar de cómo se presenta la temporada micológica? – Por lo que tengo entendido, creo que no va a ser mala. Para hacer un buen diagnóstico hay que ver si ha llovido, qué días lo ha hecho, si ha soplado viento… Hay temporadas que se presentan muy buenas pero luego llega un viento cálido del sur y se termina. Espero que mis amigos micólogos del País Vasco me expliquen qué perspectivas hay. – Si los vaticinios auguran una buena temporada, es de suponer también que habrá más intoxicaciones. – En años buenos es lógico que haya más intoxicaciones. Además, en esta época, los medios hablan más de las setas; los hombres del tiempo muestran fotografías y ello anima a mucha gente a recolectarlas. Y claro, no todos adoptan las precauciones debidas, ni siquiera tienen una cultura micológica. Es el caso, por ejemplo, de algunos inmigrantes. Vienen de zonas donde no se cogen setas y no saben que hay que tener prudencia, pero no sólo pensando en la intoxicación sino también en el cuidado del bosque. En el País Vasco, como en otras regiones, ya sea en Cataluña o el sur de Francia, los recolectores van al bosque en busca de unos pocos ejemplares, pero el entorno lo dejan como si no hubieran pasado. – ¿Cuántas personas mueren al cabo del año a causa de la ingestión de setas? – Se producen bastantes intoxicaciones, pero la mayoría no son graves. En el otoño de 2006 se trasplantaron tres hígados por envenenamiento con setas. Y esta pasada primavera, a un joven ecuatoriano de Zarautz se le trasplantó también el hígado por comer setas. De no haberle intervenido hubiera muerto. Aún siguen produciéndose fallecimientos, pero como éstos no son de declaración obligatoria, es difícil disponer de estadísticas. Yo estimo que se registran entre cuatro y seis intoxicados por cada 100.000 habitantes y año, es decir, unos 300 en una comunidad como Cataluña. – ¿Hay algunas comunidades que superan a otras en intoxicaciones? – Siendo un médico joven, cuando empecé a estudiar el tema, sólo había intoxicados por setas en el País Vasco y Cataluña. Pero la afición se ha extendido y ahora hay envenenamientos en Galicia, Murcia, Castilla- León… Regiones en las que hace unos años no había tradición de consumo de setas, ahora la hay. En la actualidad, en cualquier territorio en el que haya bosques y salgan setas se pueden esperar intoxicados. – ¿Cuántas especies venenosas hay? – En España hay 1.200 especies de setas que se ven a ojo desnudo, a simple vista. Pero de éstas, la gente busca o consume 40 ó 50. Tóxicas hay bastantes y entre 10 y 20 que pueden ser peligrosas. Lo que sucede es que muchas son poco frecuentes, se cogen poco. Hay varias amanitas, lepiotas, cortinarios… Al menos una decena pueden matar. – ¿La peor de todas? – Por fama, literatura y bibliografía ha sido la Amanita phalloides. Pero muchas veces a esta especie le han adjudicado muertes e intoxicaciones producidas por otras setas que tienen las mismas toxinas. Las que más muertes han causado a lo largo de la historia han sido las setas como la Amanita phalloides y la propia amanita. De no mediar un tratamiento, desencadena una necrosis hepática fulminante. En seis o diez días, la persona muere. – ¿Las más tóxicas afloran en primavera, verano u otoño? – En otoño salen las setas tóxicas que más dañan el riñón, es decir los cortinarios, las amanitas… Pero en primavera también pueden brotar amanitas. En otoño hay más intoxicados porque la mayoría de las especies tiene más oportunidad de crecer. En esta época hay humedad y la temperatura adecuada para su crecimiento. Pero en primavera se reproducen las mismas condiciones, lo que pasa es que dura menos. Se sale del frío invierno y llega el calor del verano. La seta no mira al calendario. A veces vemos setas de primavera que salen en otoño. Y todo porque hay primaveras que imitan al otoño. – ¿Le consta que se haya empleado estas setas con fines homicidas? – Aparte del caso del emperador romano Claudio, a quien intentaron matarle con Amanitas phalloides, sí que se ha dado algunos casos. En las bibliotecas de medicina legal, en los anales de la literatura de criminología hay casos en Francia, en los años 20 y 30, en los que las setas se han utilizado con finalidad homicida. – ¿Cuál es el principio, la máxima que nunca se ha de violar a la hora de recolectar setas? – Hay una norma básica: existen pocas setas tóxicas o mortales, pero existen. Eso hay que ha tenerlo presente. Y en segundo lugar, no hay ninguna norma general válida que permita diferenciar las comestibles de las que no lo son. No vale el color, ni si tienen anillo o no, ni si crecen en troncos o prados. La única manera de saber que comes setas buenas es porque las conoces. El que conoce tres o cuatro especies que se limite a ellas. Si no estamos seguros, mejor dejarlas; uno se puede jugar la vida. -¿Cuáles son los síntomas más evidentes de que hemos ingerido especies tóxicas? – Como nos las comemos, el órgano que sufre el primer impacto es el tubo digestivo. Por lo tanto, cuando algo ha ido mal con las setas vamos a tener dolor de vientre, vómitos, diarreas, retortijones, náuseas… Lo que sucede es que cuando lo que hemos comido ha sido una seta irritante del tubo digestivo, los síntomas aparecen muy pronto. A veces, a las dos o tres horas estamos ya vomitando. Esto, en general suele ser bueno, porque, primero, sea lo que sea, lo expulsamos y, segundo porque indica que no es una toxina de las malas. Las realmente peligrosas no irritan el tubo digestivo directamente, sino que se absorben, circulan por la sangre, llegan a los órganos, entran en las células y comienzan a destruirlas. Cuando ya han muerto bastantes células empiezan los trastornos, pero éstos tardan en manifestarse entre 9 y 12 horas. Esto es lo realmente peligroso. – ¿Que hay que hacer? – No cuesta nada llamar al médico. Este valorará, probablemente, que conviene acudir al servicio de urgencias. Hay que hacerle caso. ¿Que luego resulta que no era una intoxicación grave?, mejor, sólo vamos a perder unas ocho o diez horas y nos enviarán a casa. En el caso de que sea grave, habremos salvado la vida. – ¿Esos remedios de tomar leche después de una ingesta sospechosa de setas valen para algo? – No valen para nada. Como tampoco vale hervirlas y conservarlas en vinagre. La amanitas son tóxicas, cocinadas, maceradas… – ¿Cuánto tiempo puede resistir una persona que ha comido una seta muy venenosa? – Si se tiene la mala suerte de haber comido una Amanita phalloides, a los seis, ocho o diez días la persona se muere. Pero a veces, a partir del quinto o sexto día el estado del enfermo se deteriora mucho e incluso los trasplantes pueden fracasar. – Bueno, pero las setas dan también placeres. ¿Cual es su preferida? – He descubierto la seta china marrón, el shiitake. Es muy gustosa, agradable, se cultiva, es anticancerosa y baja el colesterol, la tensión arterial… una seta medicinal. Siento un aprecio por ella porque puede suponer una mejora de la calidad de la dieta. Conozco casos de personas con cáncer que, como complemento al tratamiento que siguen, han añadido la costumbre de tomar cada día una tapa de tres setas. En Japón, el 25% de los fármacos que usan en oncología clínica son derivados de setas. A mí me suele gustar comer esta seta con arroz, pasta o carne, que sirva de compañía a otro plato.
2) Navarra registra cada otoño unas 50 intoxicaciones por consumo de setas.
ABC.es. 22/09/09. Especialistas del Hospital de Navarra, galardonados
por la descripción de un caso clínico de insuficiencia renal aguda
provocada por una seta "amanita próxima", han llamado hoy la atención
sobre el consumo de este producto, que cada otoño produce en Navarra no
menos de 50 intoxicaciones. Esta llamada de atención ha tenido lugar durante la presentación en conferencia de prensa de la descripción de dicho caso clínico, que ha recibido el certificado a la mejor comunicación en Toxicología Clínica en el XVIII Congreso Español de Toxicología celebrado en Palma de Mallorca.
Algunos de los autores de la obra, en concreto los doctores Silvia Martínez y Miguel Ángel Pinillos, y el biólogo José Elizalde, todos especialistas del Hospital de Navarra, han presentado además un cartel que muestra la diferencias entre la "amanita próxima", que es tóxica, y la "amanita ovoidea", comestible.
La doctora Martínez ha explicado que la comunicación premiada explica el caso clínico de un varón de 67 años que en otoño del año pasado se intoxicó por ingerir setas "amanita próxima", presentando vómitos y diarrea diez horas después de la ingesta, y al día siguiente acudió a Urgencias, donde se le realizó tratamiento sintomático, lo que hizo que mejorara levemente y se le envió a casa.
El paciente acudió a Urgencias de nuevo, y los nuevos análisis revelaban insuficiencia renal aguda, con lo que ingresó en nefrología y requirió nueve sesiones de hemodiálisis hasta normalizar la función renal.
El caso descrito es el último registrado por ingesta de setas de este tipo en la Comunidad Foral ya que en 1987, se dio en Navarra el primer caso de nefrotoxicidad reversible por ingesta de setas, pero entonces no se supo que la causante era la "amanita próxima" ya que hasta el 2004, en el Congreso Internacional de Micotoxicología celebrado en Italia, no se dio nombre a este síndrome.
Por su parte, el doctor Pinillos ha hecho hincapié en que el Hospital de Navarra cuenta con un comité multidisciplinar de expertos en toxicología que trabajan e investigan sobre intoxicaciones con setas, y fármacos, y ha indicado que la próxima semana se reunirán varios especialistas para crear un protocolo para las intoxicaciones de setas para poder "diagnosticar y tratar mejor a los pacientes".
Por su parte, el biólogo José Elizalde ha indicado que como media cada otoño en Navarra hay no menos de 50 intoxicados, y casi todos los años acuden al centro hospitalario personas que han ingerido "amanita próxima", que se distingue de la comestible porque tiene la base de color ocre.
El biólogo ha aseverado que ha aumentado el número de intoxicaciones sufridas por personas inmigrantes, dado que en ocasiones confunden las especies de aquí con otras que existen en sus países.
El doctor Pinillos ha argumentado que los afectados por una intoxicación tras la ingesta de setas presentan como síntomas vómitos y diarreas o sudoración profunda, pulso lento, alteración de la visión o alucinaciones después de 6 horas de su consumo, y, aunque estos casos son considerados "leves", ha aconsejado que es preciso acudir al centro hospitalario cuanto antes y llevar una muestra de la especie ingerida.
Además ha matizado que son diagnosticados como "graves" aquellos pacientes que comiencen a tener síntomas cuando es mayor de 6 horas el tiempo transcurrido entre la ingesta y el comienzo de los síntomas, ya que en estos casos puede presentarse un fallo hepático o renal irreversible, e incluso la muerte.
Asimismo ha aseverado que hay que recolectar sólo aquellas especies de las que se tenga certeza de que no son tóxicas, y cocerlas bien, ya que hay que tener especial cuidado si se consumen a la parrilla o asadas.
Por su parte, Elizondo también ha insistido en que "es esencial no consumir setas que crezcan cerca de carreteras, en parques públicos o en campos cultivados" ya que éstas absorben los metales pesados.
Los especialistas han querido llamar la atención ante la llegada del otoño, época de recolección, y han insistido que en los años que se registra un menos índice de pluviosidad también disminuyen las intoxicaciones.menos índice de pluviosidad también disminuyen las intoxicaciones.