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Documento de investigadores del INEDES por proyecto de nueva ley de productos fitosanitarios

3 August, 2016
GLIFOSATO – Documento de algunos investigadores de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LUJAN. Los investigadores del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (INEDES) de la Universidad Nacional de Luján, con la adhesión de otros investigadores de la Universidad, queremos expresar nuestra preocupación por el proyecto de una nueva ley de productos fitosanitarios (proyecto E 133 16 17), que acaba de recibir media sanción por la Honorable Cámara de Senadores. Según el texto del mismo se establecen zonas de exclusión y de amortiguación en torno a los núcleos urbanos, y zonas de exclusión en torno a escuelas, cuerpos de agua y perforaciones para consumo humano y animal. Leer relacionado: Buenos Aires: proyecto de ley permite fumigar con glifosato hasta sólo diez metros de las viviendas
Documento de investigadores del INEDES por proyecto de nueva ley de productos fitosanitarios
Blanco o negro
(Sertox)
Entendemos que los límites establecidos son insuficientes, y pueden generar riesgos importantes para la salud humana, la biodiversidad y calidad ecológica de ambientes terrestres y acuáticos.
Según entendemos, para los plaguicidas de clase III y IV esta ley permite realizar aplicaciones aéreas a 1000 m de la zona urbana, y aplicaciones terrestres a 20 m. En el caso de escuelas los valores son aún menores (500 m para aplicaciones aéreas  y 10 m para las terrestres), como así también en cuerpos de agua (50 y 25 m, respectivamente) y perforaciones (30 m).La norma es más restrictiva en el caso de los plaguicidas de clase I y II.Para comprender los riesgos nos centraremos en dos plaguicidas: uno que recientemente ha sido recategorizado de clase III a clase II (Glifosato) y otro de clase III (Atrazina).
En relación al Glifosato, existen muchas evidencias sobre las consecuencias negativas de este plaguicida en los seres humanos. Numerosos artículos publicados en revistas científicas internacionales han asociado al glifosato con la ocurrencia de linfoma no Hodgkin (McDuffie y otros 2001, Hardell y otros 2002, De Roos y otros 2003), mieloma múltiple (De Roos y otros 2005), cáncer (Marc y otros 2004), abortos (Arbuckle y otros 2001), muerte de células placentarias y embrionarias (Benachour y Séralini 2009), infertilidad masculina (Walsh y otros 2000), malformaciones en fetos (Dallegrave y otros 2003, Paganelli y otros 2010), y defectos de nacimiento y desarrollo neurológico anormal en niños (Garry et al 2002). Cabe aclarar que en estas investigaciones se han utilizado diversos abordajes metodológicos para analizar el tema, ya sea estudios toxicológicos poblacionales, cultivos celulares humanos y modelos animales. En cuanto a la Atrazina, es un herbicida ampliamente usado que ha sido prohibido en la Unión Europea por sus posibles efectos cancerígenos y teratógenos (es decir, productor de malformaciones) y como disruptor endócrino (MacLennan y otros 2002, Hayes y otros 2003). 
Los plaguicidas también representan un riesgo para la vida acuática y para los organismos del suelo. Por ejemplo, se ha observado que el glifosato produce la declinación de las poblaciones de ranas (Relyea y otros 2005), afecta el crecimiento de la plantas acuáticas (Sobrero y otros 2007), a las poblaciones de peces (Menéndez-Helman y otros 2012 y 2015) y gusanos acuáticos (Achiorno y otros 2008), y a las comunidades microbianas de lagunas (Pérez y otros 2007); también que resulta tóxico y con efectos crónicos en lombrices de tierra (Santadino y otros 2014). Un experimento ha demostrado que la aplicación de Cipermetrina y deClorpirifos, que son dos insecticidas muy usados de clase III,produce una mortalidad mayor del 80% en pequeños crustáceos de ambientes acuáticos (Mugni et al 2010). También se ha reportado que la incidencia de malformaciones en ranas en zonas agrícolas triplicaba la observada en zonas no impactadas (Agostini et al 2013).
La intensificación y expansión de la agricultura en la última década ha llevado a un fuerte incremento en el uso de plaguicidas. Por ejemplo, en la campaña de 2009 se usaron 220 millones de litros de Glifosato, 23 a 29 litros de 2-4-D, 7 millones de litros de Endosulfán y 7 millones de litros de Atrazina (llegando a 150.000 toneladas de plaguicidas). Esto se traduce en la presencia de los plaguicidas y sus metabolitos en distintos ambientes, con los consiguientes riesgos. Por ejemplo, en la cuenca del río Azul se ha detectado presencia de Atrazina en el 100 % de las muestras de agua recolectadas, mientras que en arroyos del sur de la provincia se ha detectado en el 88 % de las muestras (De Gerónimo y otros 2014). También se ha reportado que el Glifosato y sus metabolitos pueden transportarse verticalmente en los suelos con el consiguiente riesgo de contaminación del agua subterránea (Lupi y otros 2015). 
La pulverizaciónaérea también puede ampliar la dispersión de los plaguicidas. El Endosulfán es un insecticida que fue muy utilizado en Argentina hasta su prohibición en 2013. La exposición a este insecticida produce hiperactividad, dificultades respiratorias, convulsiones, defectos de nacimiento y epilepsia (ATSDR 2013). En un estudio realizado entre 2012 y 2013 se detectó Endosulfan en muestras de aire tomadas en una zona hortícola de La Plata, en distintos sitios agrícolas de la provincia de Buenos Aires, y en la ciudad de Buenos Aires y suburbios. Los valores de la zona hortícola fueron muy altos y similares a los observados en Ghana, mientas que los de las zonas agrícolas fueron comparables a los reportados en los países que son los mayores consumidores de Endosulfan (India y Corea) (Astoviza y otros 2016).
Resulta necesario tener en cuenta, además,que el conocimiento de los efectos de estas sustancias es incompleto salvo para muy pocos de los productos usados (Departamento de Salud Ambiental 2009), y que en general en los estudios se evalúa la toxicidad aguda y nos los efectos subletales y a largo plazo (crónicos) de los plaguicidas.
Finalmente, otro aspecto que nos preocupa es el establecimiento de diferentes anchos según la clase del plaguicida. Creemos que este aspecto será muy difícil de controlar. Durante las aplicaciones es imposible que los posibles afectados puedan saber qué productos se están utilizando, ya que requeriría la toma de muestras de una manera particular y su análisis en laboratorios con métodos analíticos complejos y costosos. Y el control por parte del estado será poco eficiente dada la amplitud de las zonas que reciben aplicaciones. De esta manera podría ocurrir que se realicen pulverizaciones con productos de clase I o II muy cerca de núcleos urbanos, escuelas y cuerpos de agua. Por otra parte, en las pulverizaciones generalmente se aplica una mezcla de distintos productos con diferente grado de toxicidad.
Por todo lo mencionado, entendemos que se impone el principio precautorio y que es necesario revisar los límites establecidos definiéndolos en base a la información y evidencias existentes. Entendemos que una discusión profunda con grupos de agricultores, ONGs, universidades, centros de investigación, y otros actores es imprescindible para la protección de la salud humana y de los ecosistemas naturales en la Provincia.Un saludo cordial
Por INEDES
  • Dr. Carlos Coviella, Profesor asociado
  • Dr. Mauricio De Marzi, Profesor adjunto e Investigador adjunto de CONICET
  • Dr. César Di Ciocco, Profesor asociado
  • Dra. Claudia Feijoó, Profesora asociada
  • Dra. Lucrecia Ferrari, Profesora titular
  • Dra. Patricia Gantes, Profesora adjunta
  • Dra. María Eugenia García, Profesora adjunta
  • Dr. Adonis Giorgi, Profesor asociado e Investigador independiente de CONICET
  • Dr. Leonardo Malacalza, Profesor titular
  • Dr. Fernando Momo, Profesor adjunto
  • Dr. Raúl Righini, Profesor titular
  • Dr. Alfredo Salibián, Profesor titular emérito
  • Dra. Ana Torremorell, Jefe de trabajos prácticos e Investigadora asistente de CONICET
  • Dra. Carolina Vilches, Jefe de trabajos prácticos e Investigadora asistente de CONICET
  • Adhesiones del Departamento de Ciencias Básicas
  • Lic. Leonardo Di Franco, Jefe de trabajos prácticos
  • Ing. Susana Pistorale, Profesora adjunta
  • Dra. Adriana Rosso, Profesora adjunta
  • Juan Ignacio Túnez, Jefe de Trabajos Prácticos e Investigador asistente de CONICET

Adhesiones del Departamento de Tecnología
  • Ing. Mariana Calvente, Jefe de trabajos prácticos
  • Dra. Elena Craig, Profesora adjunta
Anexo: Bibliografía citada
  • Achiorno, CL, C de Villalobos y L Ferrari L. 2008. Toxicity of the herbicide glyphosate to Chordodesnobilii (Gordiida, Nematomorpha).Chemosphere 71:1816-1822.
  • Agostini, MG, F Kacoliris, P Demetrio, GS Natale, C Bonetto y AE Ronco. 2013. Abnormalities in amphibian populations inhabiting agroecosystems in northeaster Buenos Aires Province, Argentina. Diseases of Aquatic Organisms 104: 163:171.
  • Arbuckle, TE, Z Lin y LS Mery.2001. An exploratory analysis of the effect of pesticide exposure on the risk of spontaneous abortion in an Ontario farm population. Environmental Health Perspectives 109: 851-857.
  • Astoviza, MJ, N Cappelletti, C Bilos, MC Migoya y JC Colombo.2016. Massive airborne Endofulfan inputs related to intensive agriculture in Argentina’s Pampa. Chemosphere 144: 1459-1466.
  • ATSDR (Agency for Toxic Substances and Disease Registry, Division of Toxicologyand Human Health Sciences/Environmental Toxicology). 2013. Draft ToxicologicalProfile for Endosulfan. (http://www.atsdr.cdc.gov).
  • Benachour, N y G-E Seralini. 2009. Glyphosate formulations induce apoptosis and necrosis in human umbilical, embrionyc, and plancental cells.Chemical Research in Toxicology 22:97-105.
  • Dallegrave, E, F Di GiorgioMantese, R Soares Coelho, J Drawans Pereira, P Roberto Dalsenter y A Langeloh. 2003. The teratogenic potential of the herbicide glyphosate-Rondup(R) in Wistar rats.ToxicologyLetters142: 45-52.
  • De Gerónimo, E, VC Aparicio, S Bárbaro, R Portocarrero, S Jaime y JL Costa. 2014. Presence of pesticides insurface water from four sub-basins in Argentina. Chemosphere 107: 423-431.
  • Departamento de Salud Ambiental. 2009. Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación, Buenos Aires.
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  • Garry, VF, ME Harkins, LL Erickson, LK Long-Simpson, SE Holland y BL Burroughs. 2002. Birth defects, season of conception, and sex of children born to pesticide applications living in the Red River Valley of Minnesota, USA. Environmental Health Perspectives 110: 441-449.
  • Hardell L, L Eriksson y M Nordstrom. 2002. Exposure to pesticides as risk factor for non-Hodgkin’s lymphona and hairy cells leukemia: pooled analysis of two Swedish case-control studies.Leukemia and Lymphoma 43: 1043-1049.
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  • Lupi, L, KSB Miglioranza, VC Aparicio, D Marino, F Bedmar y DA Wunderlin. 2015. Occurrence of glyphosate and AMPA in an agricultural watershed from the southeastern región of Argentina. Science of the Total Environment 536: 687-694.
  • Marc J., O. Mulner-Lorillon y R. Bellé. 2004. Glyphosate-based pesticides affect cell cycle regulation. Biology of the Cell 96: 245-249.
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  • McDuffie, HH, P Pahwa, JR McLaughlin, JJ Spinelli, S Fincham, JA Dosman, D Robson, LF Skinnider y MW Choi. 2001. Non-Hodgkin’s Lymphoma and specific pesticide exposure in men: cross-Canada study of pesticide and health. CancerEpidemiology, Biomarkers&Prevention 10: 1155-1163.
  • Menéndez-Helman, RJ, GV Ferreyroa, M dos Santos Afonso y A Salibián. 2012.Glyphosate as anacetylcholinesteraseinhibitor in Cnesterodondecemmaculatus.Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology 88: 6-9.
  • Menéndez-Helman RJ, LA Miranda, M dos Santos Afonso y ASalibián. 2015. Subcellular energy balance ofOdontesthesbonariensis exposed to a Glyphosate-based herbicide.Ecotoxicology and Environmental Safety 114: 157-163.
  • Mugni, H, P Demetrio, D Marino, A Ronco y C Bonetto. 2010. Toxicity persistence following an experimental cypermethrin and chlorpyrifos application in pampasic surface waters (Buenos Aires, Argentina). Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology 84: 524-528. 
  • Paganelli, A, V Gnazzo, H Acosta, SL López y AR Carrasco. 2010. Glyphosate-based herbicides produce teratogenic effects on vertebrate by impairing retinoic acid signaling.Chemical Research in Toxicology 23: 1586-1595
  • Pérez, GL, A Torremorell y colaboradores. 2007. Effects of the herbicide Roundup on freshwater microbial communities: A mesocosm study. Ecological Applications 17: 2310-2322.
  • Relyea, RA, MM Schoeppner y JT Hoverman. 2005. Pesticides and amphibians: the importance of community context. Ecological Applications 15: 1125-1134.
  • Santadino, M, C Coviella y F Momo. 2014. Glyphosate subletal effects on the population dynamics of the earthworm Eiseniafetida (Savigny, 1826). Water, Air and Soil Pollution 225: 2207
  • Walsh, LP, C McCormick, C Martin y DM Stocco. 2000. Rondup inhibits steroidogenesis by disrupting steroidogenic acute regulatory (StAR) protein expression.Environmental Health Perspectives 108: 769-776.



Aporte envíado por Alfredo Salibián
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