GLIFOSATO – Documento de algunos investigadores de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LUJAN. Los investigadores del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (INEDES) de la Universidad Nacional de Luján, con la adhesión de otros investigadores de la Universidad, queremos expresar nuestra preocupación por el proyecto de una nueva ley de productos fitosanitarios (proyecto E 133 16 17), que acaba de recibir media sanción por la Honorable Cámara de Senadores. Según el texto del mismo se establecen zonas de exclusión y de amortiguación en torno a los núcleos urbanos, y zonas de exclusión en torno a escuelas, cuerpos de agua y perforaciones para consumo humano y animal. Leer relacionado: Buenos Aires: proyecto de ley permite fumigar con glifosato hasta sólo diez metros de las viviendas
Blanco o negro
(Sertox)
Entendemos que los límites establecidos son insuficientes, y pueden generar riesgos importantes para la salud humana, la biodiversidad y calidad ecológica de ambientes terrestres y acuáticos. Según entendemos, para los plaguicidas de clase III y IV esta ley permite realizar aplicaciones aéreas a 1000 m de la zona urbana, y aplicaciones terrestres a 20 m. En el caso de escuelas los valores son aún menores (500 m para aplicaciones aéreas y 10 m para las terrestres), como así también en cuerpos de agua (50 y 25 m, respectivamente) y perforaciones (30 m).La norma es más restrictiva en el caso de los plaguicidas de clase I y II.Para comprender los riesgos nos centraremos en dos plaguicidas: uno que recientemente ha sido recategorizado de clase III a clase II (Glifosato) y otro de clase III (Atrazina). En relación al Glifosato, existen muchas evidencias sobre las consecuencias negativas de este plaguicida en los seres humanos. Numerosos artículos publicados en revistas científicas internacionales han asociado al glifosato con la ocurrencia de linfoma no Hodgkin (McDuffie y otros 2001, Hardell y otros 2002, De Roos y otros 2003), mieloma múltiple (De Roos y otros 2005), cáncer (Marc y otros 2004), abortos (Arbuckle y otros 2001), muerte de células placentarias y embrionarias (Benachour y Séralini 2009), infertilidad masculina (Walsh y otros 2000), malformaciones en fetos (Dallegrave y otros 2003, Paganelli y otros 2010), y defectos de nacimiento y desarrollo neurológico anormal en niños (Garry et al 2002). Cabe aclarar que en estas investigaciones se han utilizado diversos abordajes metodológicos para analizar el tema, ya sea estudios toxicológicos poblacionales, cultivos celulares humanos y modelos animales. En cuanto a la Atrazina, es un herbicida ampliamente usado que ha sido prohibido en la Unión Europea por sus posibles efectos cancerígenos y teratógenos (es decir, productor de malformaciones) y como disruptor endócrino (MacLennan y otros 2002, Hayes y otros 2003). Los plaguicidas también representan un riesgo para la vida acuática y para los organismos del suelo. Por ejemplo, se ha observado que el glifosato produce la declinación de las poblaciones de ranas (Relyea y otros 2005), afecta el crecimiento de la plantas acuáticas (Sobrero y otros 2007), a las poblaciones de peces (Menéndez-Helman y otros 2012 y 2015) y gusanos acuáticos (Achiorno y otros 2008), y a las comunidades microbianas de lagunas (Pérez y otros 2007); también que resulta tóxico y con efectos crónicos en lombrices de tierra (Santadino y otros 2014). Un experimento ha demostrado que la aplicación de Cipermetrina y deClorpirifos, que son dos insecticidas muy usados de clase III,produce una mortalidad mayor del 80% en pequeños crustáceos de ambientes acuáticos (Mugni et al 2010). También se ha reportado que la incidencia de malformaciones en ranas en zonas agrícolas triplicaba la observada en zonas no impactadas (Agostini et al 2013). La intensificación y expansión de la agricultura en la última década ha llevado a un fuerte incremento en el uso de plaguicidas. Por ejemplo, en la campaña de 2009 se usaron 220 millones de litros de Glifosato, 23 a 29 litros de 2-4-D, 7 millones de litros de Endosulfán y 7 millones de litros de Atrazina (llegando a 150.000 toneladas de plaguicidas). Esto se traduce en la presencia de los plaguicidas y sus metabolitos en distintos ambientes, con los consiguientes riesgos. Por ejemplo, en la cuenca del río Azul se ha detectado presencia de Atrazina en el 100 % de las muestras de agua recolectadas, mientras que en arroyos del sur de la provincia se ha detectado en el 88 % de las muestras (De Gerónimo y otros 2014). También se ha reportado que el Glifosato y sus metabolitos pueden transportarse verticalmente en los suelos con el consiguiente riesgo de contaminación del agua subterránea (Lupi y otros 2015). La pulverizaciónaérea también puede ampliar la dispersión de los plaguicidas. El Endosulfán es un insecticida que fue muy utilizado en Argentina hasta su prohibición en 2013. La exposición a este insecticida produce hiperactividad, dificultades respiratorias, convulsiones, defectos de nacimiento y epilepsia (ATSDR 2013). En un estudio realizado entre 2012 y 2013 se detectó Endosulfan en muestras de aire tomadas en una zona hortícola de La Plata, en distintos sitios agrícolas de la provincia de Buenos Aires, y en la ciudad de Buenos Aires y suburbios. Los valores de la zona hortícola fueron muy altos y similares a los observados en Ghana, mientas que los de las zonas agrícolas fueron comparables a los reportados en los países que son los mayores consumidores de Endosulfan (India y Corea) (Astoviza y otros 2016). Resulta necesario tener en cuenta, además,que el conocimiento de los efectos de estas sustancias es incompleto salvo para muy pocos de los productos usados (Departamento de Salud Ambiental 2009), y que en general en los estudios se evalúa la toxicidad aguda y nos los efectos subletales y a largo plazo (crónicos) de los plaguicidas. Finalmente, otro aspecto que nos preocupa es el establecimiento de diferentes anchos según la clase del plaguicida. Creemos que este aspecto será muy difícil de controlar. Durante las aplicaciones es imposible que los posibles afectados puedan saber qué productos se están utilizando, ya que requeriría la toma de muestras de una manera particular y su análisis en laboratorios con métodos analíticos complejos y costosos. Y el control por parte del estado será poco eficiente dada la amplitud de las zonas que reciben aplicaciones. De esta manera podría ocurrir que se realicen pulverizaciones con productos de clase I o II muy cerca de núcleos urbanos, escuelas y cuerpos de agua. Por otra parte, en las pulverizaciones generalmente se aplica una mezcla de distintos productos con diferente grado de toxicidad. Por todo lo mencionado, entendemos que se impone el principio precautorio y que es necesario revisar los límites establecidos definiéndolos en base a la información y evidencias existentes. Entendemos que una discusión profunda con grupos de agricultores, ONGs, universidades, centros de investigación, y otros actores es imprescindible para la protección de la salud humana y de los ecosistemas naturales en la Provincia.Un saludo cordial Por INEDES
Dr. Carlos Coviella, Profesor asociado
Dr. Mauricio De Marzi, Profesor adjunto e Investigador adjunto de CONICET
Dr. César Di Ciocco, Profesor asociado
Dra. Claudia Feijoó, Profesora asociada
Dra. Lucrecia Ferrari, Profesora titular
Dra. Patricia Gantes, Profesora adjunta
Dra. María Eugenia García, Profesora adjunta
Dr. Adonis Giorgi, Profesor asociado e Investigador independiente de CONICET
Dr. Leonardo Malacalza, Profesor titular
Dr. Fernando Momo, Profesor adjunto
Dr. Raúl Righini, Profesor titular
Dr. Alfredo Salibián, Profesor titular emérito
Dra. Ana Torremorell, Jefe de trabajos prácticos e Investigadora asistente de CONICET
Dra. Carolina Vilches, Jefe de trabajos prácticos e Investigadora asistente de CONICET
Adhesiones del Departamento de Ciencias Básicas
Lic. Leonardo Di Franco, Jefe de trabajos prácticos
Ing. Susana Pistorale, Profesora adjunta
Dra. Adriana Rosso, Profesora adjunta
Juan Ignacio Túnez, Jefe de Trabajos Prácticos e Investigador asistente de CONICET
Adhesiones del Departamento de Tecnología
Ing. Mariana Calvente, Jefe de trabajos prácticos
Dra. Elena Craig, Profesora adjunta
Anexo: Bibliografía citada
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