Vuelve a instalarse la polémica por el consumo de energizantes. eldiario.com.ar. 15/04/15. Entre 2005 y 2006 se presentaron legislaciones en torno al consumo de refrescos de tipo energéticos sin alcohol. Ahora, expertos argentinos vuelven a encender las alarmas en relación con estos productos, que suelen consumirse en combinación con bebidas alcohólicas.A mediados de la década pasada, una serie de resoluciones, normativas y leyes municipales y provinciales pusieron en foco el consumo de bebidas energizantes, que se agravaba porque se acostumbraba a mezclarlas con alcohol. Leer relacionado,EEUU: Bebidas estimulantes con cafeina mandan cada vez mas consumidores a emergencias
Una lata con advertencias …
(Sertox)
La moda en ese entonces era preparar tragos de vodka –o algún otro licor blanco o destilado– con energizantes para pasar una noche bien arriba –sin sueño, sin cansancio–, que era tomado en gran cantidad por los adolescentes. En plena discusión acerca de los efectos de estas bebidas en el organismo, la provincia de Entre Ríos sancionó una ley que restringía la circulación de estas bebidas en el territorio, por considerarlas perjudiciales para la salud, que fue luego declarada inconstitucional. Y también el Concejo Deliberante aprobó una norma semejante. Ahora, científicos argentinos vuelven a poner la lupa sobre los efectos de los energizantes en el organismo, indicando que se está estudiando su incidencia en arritmias inclusive en personas sanas. Hoy por hoy, muchos jóvenes siguen mezclando energizantes con bebidas alcohólicas –también con fermentados, como champán o vinos espumantes–, o incluso sólo, aún pese a las leyendas de las latitas: “El consumo con alcohol es nocivo para la salud”. Arriba. El consumo de energizantes con alcohol en Paraná sigue siendo muy pedido, aunque las modas cambiaron desde 2006. Hoy la costumbre más asentada es ponerle champán, entre otras variantes. Así, en las disco vende el combo compuesto de una botella de vino o champán en un balde con hielo que incluye la lata de energizante de 250 ml, como para que rinda cuatro vasos. Otros preparan los tragos en la previa del boliche, antes de salir a bailar, o incluso compran las promociones en kioscos o drugstore. La mezcla de energizante con alcohol en parte se explica porque la combinación de agregarle la glucosa y cafeína, retarda o enmascara los efectos de la borrachera. Es decir, “mantiene despiertos y de buen humor” al que lo consume. El especialista del Instituto Nacional de Alimentos, Matías De Nicola, explicó que la mezcla del energizante con el alcohol no es buena: “Se sabe que la interacción de la cafeína y el alcohol es nociva. Uno es un estimulante, y el otro un depresor”. El efecto es explosivo. Años atrás, al tope del ranking de bebidas más consumidas en la noche paranaense figuraban la cerveza, el Fernet con cola, y el vodka con energizante venía más atrás. Incluso había locales que vendían el trago de Fernet con coca ya preparado, así como la promo de vodka y energizante preparada en un vaso de plástico grande para la venta al paso. Dado sus efectos para retardar el sueño, comerciantes de la Terminal de Ómnibus contaron que el consumo de energizantes es altísimo en gran parte de los choferes de larga distancia. Nociva. En diálogo con EL DIARIO, la nutricionista Laura Larrateguy dijo que “las bebidas con alto contenido de cafeína provocan adicción y generan dependencia. Si no consumen, se empiezan a sentir mal y deben consumir cada vez más”, agregó. “Y nunca estamos a favor de las sustancias que hagan dependiente a una personas sana: si para estar despierto necesitás de una sustancia, nunca va a ser saludable la bebida”, comentó. Por otro lado, en cuando a consumir esta bebida junto con alcohol, “esto no está recomendado e inclusive la advertencia consta en la lata”. Sin embargo, reflexionó la profesional, la publicidad asocia los energizante con alcohol. “En todos los lugares donde se va a bailar, la publicidad se hace de la mano del alcohol. Llegan las camionetas de la marca más conocida, en plena madrugada, al lugar de la fiesta a hacer promociones”, indicó Larrateguy. No es que la bebida se está publicitando como una alternativa para permanecer alerta a la siesta en el trabajo, cuando el empleado tiene sueño, sino que se distribuye en lugares de diversión nocturna donde se consume alcohol. E incluso lo venden asociados en los boliches, notó la profesional. Larrateguy apuntó que la mezcla de estas sustancias puede ser nociva. Los estudios indican que dado que el alcohol es una sustancia que deprime las funciones cerebrales y la cafeína acelera, “el cuerpo no identifica a quién hacerle caso, si a la cafeína o al alcohol” y esto puede desencadenar malestar y otros problemas más complejos. “La cafeína acelera el corazón, es una sustancia que acelera el ritmo cardíaco, y tiene una importante acción diurética, con lo que al orinar más, el sujeto corre el riesgo de deshidratarse”, señaló. “Nunca recomendaría a una persona que está sana hacerse dependiente de una sustancia para estar bien. Si debe tomar una o dos tazas de café para estar despierto, la recomendación es que descanse mejor en las horas de sueño. Si está viajando y en la ruta tiene sueño, lo que debe hacer es estacionar y dormir, y luego seguir: no tomar el energizante”, finalizó Larrateguy. Arritmias y deshidratación Un estudio difundido recientemente indica que “las bebidas energizantes incrementan en forma significativa la tasa de contracción del ventrículo izquierdo del corazón, cuando se la mide una hora después de que los participantes del estudio, jóvenes sanos, hubiesen ingerido una unidad de tales bebidas”, según lo informó Jonas Dörner, de la Universidad de Bonn, Alemania. “El ventrículo izquierdo es el motor del corazón. Recibe sangre oxigenada de los pulmones y la bombea hacia la aorta que, a su vez, la distribuye al resto del cuerpo”, graficó Dörner a BBC Word. Y agregó: “Es sabido que la taurina y la cafeína tienen efectos estimulantes de la contractilidad cardíaca”. A lo que agregó; “Pero lo que nos sorprendió son las diferencias (que muestran las imágenes tomadas antes y después de consumir energizantes) a pesar de que las concentraciones de taurina y de cafeína que usamos en el estudio no eran altas”. Por otro lado, un artículo difundido por la Universidad de Buenos Aires (UBA), volvió a encender las alertas. Allí se señala que en Argentina aumenta cada vez más el hábito de consumir estas bebidas, y “es preocupante su mezcla con alcohol, en general vodka o champán”. También “se nota el incremento en las cartas de bebidas de locales bailables y pubs de tragos que combinan energizantes con distintas bebidas alcohólicas”. Asimismo, la titular de la cátedra de Toxicología de la Facultad de Farmacia de la UBA, Edda Villaamil Lepori, sostuvo: “Es bien conocido que la taurina y el alcohol inhiben la liberación de la hormona antidiurética -vasopresina- por lo cual pueden actuar en forma aditiva sobre la pérdida de agua y sodio en el organismo en cortos períodos. Como consecuencia, puede producirse una rápida deshidratación con posibilidad de presentar un shock cardíaco”, agregó la experta. AL MARGEN Regulación. En junio de 2005, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) determinó claras limitaciones en relación a la fabricación y comercialización de suplementos dietarios en la Argentina. A través de su disposición 3.634 se encuadró a las denominadas “bebidas energizantes” como suplementos dietarios, y le puso valores máximos: la cantidad de cafeína permitida pasó de 35 mg a 20 mg por cada 100 ml, a partir de esta nueva disposición. Al mismo tiempo, determinó que la publicidad no deberá asociarlas “al consumo con bebidas alcohólicas, ni deberán presentarse como productoras de bienestar o salud”. La ley seca que no prosperó En mayo de 2005, cuando aún la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica no había restringido los componentes de cafeína en los energizantes, el Ejecutivo municipal elevó al Concejo Deliberante un proyecto restringiendo la venta de la bebida. La medida propuesta era más “extrema” que las que rigen hoy en comunas del país. El entonces intendente Julio Solanas propuso que las latitas se vendan sólo en farmacias y bajo receta médica. Asimismo, la Legislatura sancionó una ley que prohibía la venta de energizantes en todo el territorio, pero que quedó sin efecto tiempo después, cuando la cámara Civil y Comercial del Superior Tribunal de Justicia declaró inconstitucional la ley que prohibía la venta de estos estimulantes “en todo el territorio provincial”. La medida fue adoptada luego de que la empresa Energy Group SRL, representante de la marca Speed, presentara un recurso de amparo contra el gobierno provincial. La ley Nº 9.821 establecía claramente cuál es la composición de las bebidas rotuladas como energizantes. En sus articulados prohibía en todo el territorio de la provincia el expendio de cualquier bebida de las denominadas “energéticas” en lugares de reunión, diversión o recreación en los que expendan bebidas alcohólicas para el consumo. Fue declarada inconstitucional. __________________________________________________________________________________________
Leer relacionado:Las bebidas energizantes modifican el funcionamiento cardíaco a una hora.rosario3.com. 14/04/14.En la reunión anual de la Sociedad de Radiología de los Estados Unidos se presentaron datos sobre cómo los componentes de los energizantes incrementan la tasa de contracción del ventrículo izquierdo del corazón. Una investigación de la Universidad de Bonn, Alemania, presentada en la reunión del año 2013 de la Sociedad de Radiología de los Estados Unidos, mostró que el corazón altera sus parámetros normales de bombeo, aun en personas que han consumido una sola unidad de las llamadas bebidas “energizantes”, una hora después de haberlas ingerido. Si bien son datos preliminares, y los primeros que muestran alguna relación entre el consumo de estas bebidas y sus posibles efectos, los científicos se preguntan ahora cuáles podrían ser las consecuencias en el largo plazo de consumir varias unidades diarias de estas bebidas. En 2013 la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de los EEUU informó que la cantidad de pacientes atendidos en los servicios hospitalarios de urgencias debido al consumo de bebidas “energizantes” aumentó de 10.068 en 2007, a 20.783, en 2011. La mayoría de ellos tenía entre 18 y 25 años y en segundo lugar se situaban los de 26 a 39 años. También preocupa que el incremento del consumo entre los adolescentes tempranos y los niños. En Argentina aumenta cada vez más el hábito de consumir estas bebidas, y es preocupante su mezcla con alcohol, en general vodka o champán, especialmente en las llamadas “previas”, es decir en los preparativos que estilan hacer los jóvenes antes de salir a bailar, entrada la madrugada de los fines de semana. Asimismo, los estudiantes las toman para “concentrarse” mejor durante las épocas de exámenes y quienes practican actividades deportivas, para mejorar su rendimiento. Toxicólogos de la Universidad de Buenos Aires señalaron que resulta de interés averiguar no sólo los efectos que podría tener lacafeína agregada a estos productos, sino en especial, la adición de taurina y glucuronolactona. Las bebidas “energizantes” incrementan en forma significativa la tasa de contracción del ventrículo izquierdo del corazón, cuando se la mide una hora después de que los participantes del estudio, jóvenes sanos, hubiesen ingerido una unidad de tales bebidas, según lo informó el doctor Jonas Dörner, de la Universidad de Bonn, Alemania, en la Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Radiología. “El ventrículo izquierdo es el motor del corazón. Recibe sangre oxigenada de los pulmones y la bombea hacia la aorta que, a su vez, la distribuye al resto del cuerpo”, graficó Dörner en una entrevista con BBC Word. “Es sabido -dijo el científico alemán- que la taurina y la cafeína tienen efectos estimulantes de la contractilidad cardíaca”. A lo que agregó; “Pero lo que nos sorprendió son las diferencias (que muestran las imágenes tomadas antes y después de consumir energizantes) a pesar de que las concentraciones de taurina y de cafeína que usamos en el estudio no eran altas”. Utilizaron 32 miligramos por cada 100 mililitros de cafeína y 400 miligramos por 100 mililitros de taurina; es decir, concentraciones muy similares a las contenidas en las bebidas energizantes de mayor consumo. El equipo de investigadores trabajó, en esta primera etapa, con 20 varones y 11 mujeres, todos voluntarios sanos, cuyo funcionamiento cardíaco fue evaluado mediante resonancia magnética con una novedosa técnica, conocida por las siglas CSPAMM (por complementary spatial modulation of magnetization). Hallaron modificaciones significativas en la contractilidad (peak strein y peak systolic strain rates). También, como parte de la investigación, el equipo de la Universidad de Bonn probó dar a algunos de los participantes una bebida que sólo contuviese cafeína -en este caso café helado- en la misma concentración que las bebidas energizantes ensayadas en la etapa anterior. Para descartar la posibilidad de que hubiese impacto residual, estas pruebas fueron realizadas entre 2 y 3 semanas después de la primera. En este caso, los investigadores no encontraron diferencias significativas en el funcionamiento cardíaco antes y después de consumir sólo cafeína. “No hay evidencias científicas que consoliden el uso seguro de estas bebidas. Es posible que se produzcan interacciones entre los constituyentes de las bebidas energizantes, las cuales no han sido estudiadas todavía. Se considera posible una interacción entre cafeína, taurina y alcohol, esto marca la necesidad de que se investigue en humanos y, muy especialmente, en condiciones de ejercicio o fuerte actividad física; además es de notar la consecuente deshidratación que provoca”, destaca la doctora Edda Villaamil Lepori, profesora titular de la Cátedra de Toxicología y química legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Ya en 2005, Villaamil, preocupada por el incremento del consumo en la Argentina, publicó un extenso informe sobre el estado de la cuestión en el órgano informativo de la Asociación Toxicológica Argentina. Por entonces, un estudio de la consultora ACNielsen mostró que a partir de septiembre de 2003 y hasta enero de 2004, el crecimiento del consumo en la Argentina había sido cercano al 300%. Todo indica que la tendencia se ha mantenido. En el mercado mundial, este segmento de productos mueve unos 2.500 millones de dólares estadounidenses por año. “Es bien conocido que la taurina y el alcohol inhiben la liberación de la hormona antidiurética -vasopresina- por lo cual pueden actuar en forma aditiva sobre la pérdida de agua y sodio en el organismo en cortos períodos. Como consecuencia, puede producirse una rápida deshidratación con posibilidad de presentar un shock cardíaco”, “Así también -explica Villaamil- la concentración de glucuronolatonas que aportan los energizantes es de entre 2,5 y 30 veces la máxima dosis aportada por los alimentos. Es decir que, en caso de tomar una lata, se están ingiriendo 2,5 veces más que lo que normalmente incorporamos con la dieta”. Fuente: UBA