Suárez y Doctorovich estudian el desarrollo de sensores de nitroxilo. Foto: CONICET Fotografía.El nitroxilo (HNO) es una molécula inorgánica sencilla pero muy reactiva, por lo que es muy difícil de ubicar. Hasta hace quince años se conocía muy poco de su química básica, de su caracterización estructural y de su reactividad, entre otras cosas, y por lo tanto no se conocían sus probables repercusiones biológicas. “En este sentido, representaba un área de vacancia en el área de conocimiento y luego de trabajar casi una década estudiando el óxido nítrico (NO) y sus reacciones con metales, decidimos incursionar con el HNO”, comenta Doctorovich, investigador principal del CONICET y director del equipo del INQUIMAE que desarrolló el sensor.