En Reino Unido la Asociación de Gobierno Local (LGA por sus siglas en inglés), organización que agrupa cerca de 400 municipios de Inglaterra y Gales, decidió emitir una advertencia sanitaria sobre su uso.Al ser considerado como un medicamento, el consumo del gas en Reino Unido y en mucho otros países no es ilegal por lo que la lucha para controlarlo se basa en tratar de impedir el tráfico de la sustancia.En ese sentido la LGA reveló que últimamente se han estado incautando grandes cantidades de la sustancia entre vendedores callejeros.El municipio de Hackney, en el este de Londres. señaló que en una sola noche del pasado julio había confiscado 1.200 bidones contendores del químico en los alrededores de los pubs y discotecas de Shoreditch, un barrio conocido por su vibrante movida nocturna.