Desde hace 11 años que vecinos de los barrios aledaños denuncian una posible contaminación, alertados por el aumento de casos de cáncer y enfermedades relacionadas con el contacto con los agroquímicos que la compañía norteamericana produce en el lugar, sin embargo es la primera vez que una documento oficial reconoce la presencia de químicos en el suelo dándole la razón a los denunciantes.