Una vez que la medusa ha conseguido picar al bañista, desde Oceana se aconseja aplicar frio, evitar el contacto con agua dulce y lavar abundantemente con agua salada. Una vez realizados estos pasos previos, el afectado por la picadura deberá protegerse en lo posible el área infectada, así como empaparla con una solución hecha de mitad agua y mitad vinagre durante unos 30 minutos, para remover los tentáculos. Por último, los expertos aconsejan enjuagar el área y luego volver a empapar con más vinagre diluido al 50% y aplicar una crema que contenga un analgésico, un antihistamínico o un corticosteroide.
El objetivo del encuentro es determinar si la situación puede llegar a ser grave para los bañistas y analizar de qué manera puede actuar la Dirección General de Emergencias, en caso de que sea necesario, desde el punto de vista de la prevención para evitar picaduras, teniendo en cuenta que este tipo de medusas llegan a tener filamentos de hasta 25 metros que segregan tóxicos muy potentes.