En los últimos tiempos todos los problemas sobre este tema  parecen provenir de China pero creemos que  es un problema de escala: en el gigante asiático las adulteraciones son también gigantes. (Ver editorial de Boletín Nº 52). El caso de la melamina es el último y significó amplios espacios en la prensa mundial y en nuestro sitio. En el editorial de octubre/2008 decíamos que mientras se desarrollaban los Juegos Olímpicos en Beijing, estuvo tapada esta noticia y  transcurría una de las peores epidemias de intoxicación alimentaria conocidas, por el agregado de esta sustancia a leche destinada a bebés. Ver: Leche con melamina para bebes en China  y luego  Las cifras de la epidemia de melamina asustan. Nos vimos obligados a incorporar un pequeño resumen sobre esta sustancia, inhallable en ese momento en Internet. Posteriormente la OMS publicó (en inglés) información sobre la misma cuya traducción al castellano realizada por la Dra Ana Digón  subimos  a nuestro sitio (ver , esta noticia generó un número record de 800 lecturas en el mes!). En este informe se preguntaba:
¿Por qué se añadió melamina a la leche en polvo y otros preparados para lactantes?
En China, donde se ha producido la adulteración, se añadió agua a la leche cruda para aumentar su volumen. Como resultado de esta dilución de la leche tiene una menor concentración de proteínas. Las Empresas que utilizan la leche para la producción de otros insumos alimentarios (por ejemplo, la fórmula infantil en polvo), normalmente comprueban el nivel de proteínas a través de una prueba de control de calidad que mide el contenido de nitrógeno. La adición de melamina aumenta el contenido en nitrógeno de la leche y, por tanto, su aparente contenido de proteínas. La presencia de melamina en los alimentos no esta aprobado por el Codex Alimentario de la FAO / OMS ni por ningún gobierno nacional.
Este mecanismo fue similar al propuesto para explicar hace unos años en Sertox, una serie de cuadros neurológicos en adolescentes  por el consumo de jugos de fruta semi-sintéticos  adulterados con sales amoniacales. Nuestra hipótesis fue muy similar a la planteada ahora para la melamina:  a los jugos que ocasionaron los cuadros descriptos se les habría  agregado alguna sal de amonio, probablemente porque en los análisis bromatológicos se utiliza al nitrógeno total para calcular el porcentaje de jugo natural del preparado¹.
Otra similitud entre ambos episodios,  es el referido a que las sustancias involucradas son de escasa toxicidad aguda y que únicamente los grandes excesos provocaron cuadros clínicos. Al respecto fue dificultoso encontrar bibliografía sobre cuadros neurológicos provocados por compuestos amoniacales en aquel momento y lo mismo sucedió con la melamina y su toxicidad en humanos.  En ambos casos se tratan de  nuevas entidades, intoxicaciones emergentes sobre las cuales no existía experiencia previa en humanos. (Intoxicación emergente: "aquellas intoxicaciones que han aparecido por primera vez en una población o que han existido y aumentan rápidamente su incidencia o área geográfica"²)

Este término es  poco utilizado en general y  se refiere a cuadros de intoxicación donde la fuente intoxicante es algún producto que se utiliza como  alimento y que se ha  contaminado con tóxicos de elevada toxicidad o elevada concentración de tóxicos. Se usa por ejemplo en el Libro Rojo de las Aves en España (ver PDF), para referirse al Milano rojo que es especialmente sensible al uso de rodenticidas y se han detectado mortandades masivas de esta aves durante las campañas de control de topillos en Castilla y León  en las que se usaban rodenticidas anticoagulantes (Página 130).
Los titulares de la melamina de fines de octubre de 2008 se asocian con  una nueva consecuencia de esta epidemia,  por  la presencia de esta sustancia  en  huevos de  aves de granja alimentadas con forraje contaminado [ Ver ].  En realidad, el primer problema a nivel mundial tuvo que ver con alimentos para mascotas contaminados con esta sustancia lo que generó una investigación exahutiva en EEUU ( Ver ). También hubo  problemas en animales domésticos y de granja (aves y cerdos) en el año 2007 en EEUU (Ver). Este es un típico ejemplo de intoxicaciones indirectas o secundarias. En la prehistoria de la toxicología en Rosario (antes de que comenzáramos a elaborar y publicar  registros escritos de nuestros hallazgos)y en la “era del talio" se produjo una de las primeras intoxicaciones  indirectas en nuestro medio. Ocurrió en niños de una familia que comían los huevos de las gallinas que la familia criaba. El papá conseguía granos de trigo tratados con talio para ser usados como raticida y los lavaba y se los daba como alimento a las gallinas. Los huevos alcanzaban niveles elevados de este metal y así se pudo develar el enigma de la fuente de intoxicación en estos niños. Con la prohibición del talio como rodenticida esta  era terminó³.
Aparentemente los niveles de melamina en los huevos de granja son mínimos y así las repercusiones toxicológicas esperables no alcanzarían la magnitud de las intoxicaciones con lácteos contaminados con esta sustancia pero multiplica a niveles increibles la posibilidad de contaminación (galletitas, etc.).
El problema de las intoxicaciones indirectas es también un fenómeno cada vez más frecuente. Un ejemplo paradigmático de intoxicación indirecta en Argentina es la muerte de  miles de aguiluchos langosteros migratorios por el uso incorrecto de insecticidas en varias zonas de la región pampeana, recogiéndose además cuantiosa evidencia de efectos negativos sobre otras especies autóctonas⁵. Estudios de laboratorio confirmaron que el plaguicida MONOCROTOFOS para el control de insectos (la tucura, con la cual se alimenta el Aguilucho) en alfalfa en la zona central de la llanura pampeana fue el principal causante de la mortandad de 700 aguiluchos en el verano 1994/95 y de más de 5.000 en el verano siguiente. Como la especie se distribuye en un área mayor que la investigada, se estima que han muerto en total unos 20.000 aguiluchos en la Argentina. Algo así como el 5% de la especie… [ Ver ]

Las consecuencias de estos actos criminales de adulteración de alimentos pueden ser catastróficas. La actual  epidemia de productos y animales contaminados con melamina en China (ver), supera su frontera y genera alerta y temor a nivel mundial. Como plantearamos en un trabajo⁴ "Si se considera el número siempre creciente de sustancias químicas que pueden producir cuadros tóxicos y la diversidad de sus usos y procesos, es posible entender que en el ejercicio de la toxicología clínica se presenten nuevas situaciones y se debe estar alerta para interpretar cuadros nuevos debidos a usos inadecuados de sustancias como en este caso o a la aparición de síntomas no descriptos en la literatura". Entre ellos remarcamos la busqueda de fuentes indirectas de intoxicación.