
Ejemplar de topillo campesino en la mano de un investigador– GREFAMedidas alternativasDesde el Programa Antídoto insisten en que la normativa impone que para que puedan emplearse los rodenticidas es preciso que se hayan puesto en marcha otras medidas no químicas y, además, han de haberse superado los umbrales poblacionales de tratamiento para el topillo. En este momento, se desconocen los umbrales anualmente medidos y seguidos por zonas geográficas en Castilla y León, así como la eficacia de las medidas adoptadas.
Granos de cereal impregnados con bromadiolona junto a unas huras de topillo– GREFAPor último, las ONG manifiestan que ya en la plaga de 2007 los estudios confirmaron que las poblaciones de topillos decayeron igualmente y en iguales periodos de tiempo en las zonas tratadas con rodenticidas que en las no tratadas. «Lo que se ha repetido en situaciones posteriores, al menos en 2011 y 2014», concluyen.