Arsénico en el agua, un problema fuera de agenda electoral en la Provincia. Por Fernando Delaiti. laverdadonline.com. 08/08/11. Fuera de la agenda electoral, borrada de la campaña de los principales candidatos, la calidad del agua que se toma en buena parte de la provincia continúa en el centro de las preocupaciones cotidianas de miles de familias: lejos de haberse resuelto, la problemática del arsénico sigue movilizando a vecinos en diferentes regiones bonaerenses. Es que el agua subterránea del territorio está contaminada con arsénico y eso puede traer pesadas consecuencias, porque si no se encara como una verdadera política de Estado en el corto plazo, el problema seguirá profundizándose. Sigue…Leer también artículo reciente relacionado:Comentarios sobre arsénico en agua de la zona de Carlos Casares, Pehuajó y 9 de Julio
Una flor en un vaso de agua limpia
(Sertox)
Es que a partir del año que viene, la provincia de Buenos Aires, junto a
las del resto del país, deberá adaptarse a los severos parámetros
fijados por el Código Alimentario Argentino (CAA) en 2007, cuando la
legislación nacional decidió adoptar las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2007 el CAA estipuló un plazo máximo de cinco años -que finaliza en
mayo de 2012- para que las provincias reduzcan a 0,01 miligramos por
litro la presencia del arsénico en el agua, un químico tóxico cuya
ingesta prolongada puede derivar en una enfermedad grave denominada
Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacre).
Buenos Aires, según las cifras más actuales y la opinión de destacados
especialistas, está lejos de cumplir con la normativa. De acuerdo con
los últimos estudios fiables, sólo el 20 por ciento del territorio
bonaerense tiene aguas subterráneas con niveles de arsénico por debajo
de 0,05 mg/l por litro, el límite permitido hasta mayo próximo.
Pese a que el plazo para adaptarse a las nuevas normas fue previsto con
suficiente antelación, se estima que la provincia está muy lejos de
desarrollar el plan de obras necesario para cumplir con el CAA en tiempo
y forma.
En ese sentido, según pudo saber DIB, el Consejo Federal de Entidades
Sanitarias (Cofes), que reúne a empresas públicas y privadas de buena
parte de las provincias argentinas -entre ellas la bonaerense ABSA- está
analizando solicitar una prórroga que le permita un poco más de aire
para concretar el proceso. En estas circunstancias, y de no mediar una
prórroga, se teme una multiplicación de presentaciones judiciales contra
los estados provinciales ya, que en su mayoría, las provincias pasarían
a incumplir la legislación nacional.
CUESTIÓN DE LÍMITES
“Con el límite en 0,01 mg/l prácticamente toda la provincia de Buenos
Aires carecerá de agua potable”, aseguró a esta agencia el geólogo
Miguel Auge. Como se indicó, hoy casi el 80 por ciento del territorio
bonaerense no cuenta con agua subterránea potable por presencia de
arsénico. Para este investigador del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (Conicet), “las regiones más comprometidas son
las del oeste y el sur provincial”.
Otro experto del Conicet, el director del Instituto de Recursos
Minerales (Inremi), Isidoro Schalamuk, reconoció que “la provincia de
Buenos Aires está muy contaminada”, aunque aclaró que el arsénico no es
producto de la acción del hombre si no de las cenizas volcánicas. “La
media es de 0,05 o 0,06 mg/l, aunque hay lugares donde el nivel de
arsénico llega a 0,2 mg/l”, agregó. Es decir: 4 veces más que el nivel
permitido hoy, y 20 veces más a partir de mediados del año que viene.
Enrique Martínez, presidente del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI), aporta otra precisión alarmante: el año que viene “la
mayoría de los municipios quedarían por debajo de la norma (que fija el
CAA) y tendrán que implementar costosas plantas eliminadoras de
arsénico”.
CON AGENDA PROPIA
Para miles de bonaerenses, la presencia del arsénico en el agua que
necesitan para satisfacer sus necesidades básicas es un problema tanto o
más grave que los que marcan la agenda de campaña de los candidatos que
piden su voto. Sin embargo, la cuestión no encuentra eco en las
propuestas electorales.
De ahí que en muchas localidades del interior, fueron los mismos vecinos
los que debieron sumar a sus actividades cotidianas una acción de
reclamo permanente para el que las soluciones oficiales llegan a
cuentagotas.
Las protestas y movilizaciones se vienen multiplicando a lo largo de la
provincia. En el noroeste, ciudades como Carlos Casares, Junín, Lincoln,
Pehuajó, Bolívar y 9 de Julio, vienen padeciendo desde hace décadas los
altos índices de arsénico. También preocupan algunos datos de Pilar,
Saladillo, Bahía Blanca y Carhué, donde el agua no llega a través de la
red de agua potable si no que se extrae a través de pozos.
La Defensoría del Pueblo bonaerense ya tomó intervención en tres casos: 9
de Julio, Bolívar y Pilar. El Defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto,
calificó de “grave” el problema del arsénico en el interior
y reclamó el compromiso de todos los partidos políticos para impulsar un
plan integral de soluciones. “La Legislatura bonaerense y todos los
partidos políticos deberían tomar el plan de aguas que propone el
Ejecutivo como una cuestión prioritaria”, dijo a DIB.
El plan que refiere el Defensor del Pueblo fue anunciado por el
Ejecutivo bonaerense en enero de este año. Se prometió que estaría listo
en septiembre, e incluye la construcción de un acueducto para
transportar agua del río Paraná y trasladar de San Nicolás hasta
Villegas en beneficio de la región noroeste. De este modo, se evitaría
el riesgo de recurrir a las aguas de las napas, en muchos casos
contaminadas por la presencia de arsénico.
El plan incluye además la realización de un acueducto desde el Río
Colorado que, de cumplirse los plazos estipulados, brindaría agua a la
región del sudoeste bonaerense a partir de 2013.
En ese sentido, Bonicatto anticipó que emitirá un documento dirigido a
la Legislatura provincial y al gobierno de Daniel Scioli en el que
recomendará el tratamiento del tema del agua “con carácter de urgente”.
Lo hará antes de que se empiece a discutirse el Presupuesto 2012 en la
Legislatura, con el objetivo de que se incluya una partida especial que
garantice la concreción de las obras. De lo contrario, las soluciones
seguirán siendo parciales e insuficientes como hasta ahora: con la
puesta en marcha de plantas de abatimiento de arsénico en localidades
puntuales o la entrega de bidones con agua potable arrancadas mediante
fallos judiciales. (Con la colaboración de Damián Rodera).