La Fiscalía Regional confirmó este lunes la muerte de 41 de un total de 57 personas que fueron internadas en varios hospitales de Irkutsk tras beber la Boyaryshnik, sin embargo, las autoridades consideran que podrían haber más personas intoxicadas que no reciben tratamiento.
En Rusia se consumen anualmente entre 170 y 250 millones de litros de lociones por año.El incidente ocurrió en la ciudad siberiana de Irkutsk, en donde las autoridades declararon el estado de emergencia.Las víctimas eran hombres y mujeres de entre 35 y 50 años.Vodka, el culpable de la alta mortalidad de hombres en RusiaUno de los sobrevivientes dijo que sólo bebió una pequeña cantidad de la loción, pero se levantó ciego a la mañana siguiente.
Para quienes no tienen dinero, estos productos representan una alternativa al vodka.
Las autoridades están controlando que no se esté vendiendo la loción venenosa en las tiendas de la ciudad."Producir estas bebidas tiene un costo muy bajo porque al no ser alcohol de consumo los impuestos son mucho más bajos", explica Ivshina. Y además, por esta misma razón, los controles son mucho menos estrictos."Tampoco pueden prohibirlos, como no podrías prohibir la venta de Channel Nº5", agrega.Según Dmitry Dobrov, director del Sindicato de Productores de Alcohol de Rusia, cerca de 200 millones de litros de varios líquidos médicos se producen al año en el país.De este total, unos 180 millones se consumen como bebidas alcohólicas.Y cada año se consumen entre 170 y 250 millones de litros de lociones, según el Servicio Federal par la Regulación del Mercado de Alcohol.Expertos estiman que la demanda de estos productos está creciendo un 20% al año.
Esta caja con botellas de la loción fue confiscada durante un operativo en tiendas privadas de Irkutsk.Aunque el problema no es nuevo, se profundizó en los años 90 durante la presidencia de Mijaíl Gorbachov, quien intentó por un breve período prohibir el consumo de alcohol.
Hoy día, agravado por la crisis económica y el aumento del precio del vodka y otras bebidas alcohólicas, el consumo de alcoholes alternativos sigue causando estragos en la población rusa.