Unos científicos hallan señales de retardantes del fuego tóxicos en los estadounidenses.Por Robert Preidt. nlm.nih.gov. 12/11/14. Un tipo que nunca se había detectado antes, el otro es una sorpresa porque se descartó paulatinamente de los pijamas de los niños. Unos científicos informan que encontraron evidencias de seis tipos de retardantes del fuego tóxicos en los estadounidenses. Los investigadores evaluaron muestras de orina de residentes de California, y hallaron niveles detectables de un grupo de retardantes del fuego raramente estudiado conocidos como fosfatos, y uno, el tris-(2-cloroetilo) fosfato (TCEP), nunca antes se había observado en los estadounidenses.Ver noticia con referencia al artículo original, en inglés.Leer relacionado:Los retardantes de llama HBCD no podrán ser más producidos o utilizados en el mundo
Las estructuras cristalinas de (-) alfa, (-) beta (-) y gamma HBCDs (de arriba abajo)
El TCEP, un carcinógeno conocido que también puede dañar los sistemas nervioso y reproductivo de las personas, se detectó en el 75 por ciento de los individuos evaluados, señalaron los científicos. Ese retardante del fuego se utiliza en la espuma de poliuretano, en los plásticos, en las resinas de poliéster y en los textiles. Otro retardante del fuego cancerígeno detectado en casi todos los participantes del estudio fue el TDCIPP (el tris clorado), que es similar al TCEP. Esto fue sorprendente, porque el TDCIPP se descartó gradualmente de los pijamas de los niños en los 70, anotaron los investigadores. Los hallazgos fueron publicados en línea el 12 de noviembre en la revista Environmental Science & Technology. "Encontramos que varios retardantes del fuego tóxicos se hallan en los cuerpos de las personas. Cuando se sienta en el sofá, quiere relajarse, no exponerse a sustancias que podrían provocar cáncer", señaló la autora del estudio, Robin Dodson, científica del Instituto Silent Spring, en un comunicado de prensa del grupo de investigación sin fines de lucro. "Se han elegido algunos retardantes del fuego para su retirada gradual, pero desafortunadamente otros han pasado mayormente desapercibidos", añadió Dodson. Los investigadores también encontraron que las personas con los niveles más altos de TCEP y de TDCIPP en sus cuerpos vivían en las casas con las cantidades más altas de esas sustancias en el polvo. "Este estudio ofrece más evidencias de que nuestros hogares son una fuente primaria de exposición a los retardantes del fuego tóxicos", lamentó en el comunicado de prensa Julia Brody, directora ejecutiva y científica principal del Instituto Silent Spring, que tiene su sede en Newton, Massachusetts. El estudio fue financiado en parte por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.