"Este estudio plantea la preocupación de que incluso los estándares actuales de contaminación atmosférica quizá no sean suficientemente estrictos como para proteger al feto, que podría ser particularmente sensible a los factores ambientales", comentó la autora del estudio, Rebecca Massa Nachman, becaria postdoctoral de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.