J.C. Piola (1)
Resumen
La frecuencia de intoxicaciones accidentales
por vía oral (IAO) en pacientes pediátricos es elevada. El
90.8% de 7961 IAO atendidas en el Sertox, entre 1990 y marzo/2002
corresponden a menores de 20 años (la mayoría menores de 5
años). Comparamos datos de IAO en menores de 20 años (IAO<20)
atendidas en 1977 y actuales para valorar las diferencias
en las normas de tratamiento empleadas, incluyendo el uso
de antídotos en pediatría (AP). El esquema de tratamiento
que incluye "uso de antídotos y otras medidas" representaba
el 22% de 476 IAO<20 en 1977 y el 2% de 1446 IAO<20 en el
2000 y 2001 (excluido el oxigeno). Uno de los principales
factores en la disminución de la frecuencia de uso de AP es
un cambio en la valoración de la eficacia. Un ejemplo ilustrativo
es el ácido ascórbico, usado antes frecuentemente en el tratamiento
(e incluso prevención) de metahemoglobinemias y actualmente
considerado un antídoto obsoleto. La valoración de la eficacia
sirve también para otras medidas que han disminuido su uso,
como el uso de Jarabe de Ipeca para inducir vómitos. La Asociación
Americana de Centros de Toxicología reportó que el 1% de 1.280.751
intoxicaciones registradas en 1997, recibieron alguno de una
lista de 17 antídotos. Se sabe que la eficacia de los antídotos
es desigual, desde un efecto rápido y dramático (naloxona,
flumazenil) a una utilidad cuestionable (quelantes).Enfatizamos
que la mayoría de los antídotos son coadyuvantes y no sustituyen
el tratamiento de soporte, que sigue siendo la piedra angular
en la mayoría de las intoxicaciones. El avance científico
hace necesaria la revisión y actualización constante de los
protocolos y criterios de uso de antídotos. Los Centros de
Toxicología deberían participar de esa tarea y garantizar
a nivel regional el acceso de la población a todos los antídotos,
incluyendo los de uso menos común como pueden resultar algunos
sueros antiponzoñosos. Por ejemplo, en los dos últimos años
debimos emplear por primera vez suero antiescorpiónico en
pacientes pediátricos. Se discuten otros antídotos de uso
preferentemente pediátrico en nuestro medio como la n-acetilcisteína.