El perfil de una vieja planta que proponen prohibir en la Provincia. eldía.com.ar. 26/07/10. Toxicólogos, botánicos y expertos en drogas reflexionan en torno al proyecto de declarar ilegal la "Datura Stramonium". Las abuelas solían llamarla "Trompetero", "Reina de la Noche" o "Estramonio". Por la belleza de sus flores, con forma de campana, y el aroma dulzón que exhalan por la noche, llegaron a ser enormemente populares hace algunas décadas en los jardines de las casas. Un poco relegadas hoy a algunos patios, descampados y baldíos, donde crecen en forma silvestre, los floripondios vuelven a cobrar notoriedad; ya no por sus dotes ornamentales sino por otra de sus características: su poderoso efecto psicotrópico. Un proyecto que ingresó el miércoles último en la Cámara de Diputados de la Provincia propone que la "Datura Stramonium" -una de las variedades de floripondio- sea incorporada en la lista de drogas ilegales. Y en consecuencia, se prohíba en todo el territorio bonaerense su cultivo y comercialización; pero además se la erradique de los espacios públicos. Sigue…
Floripondio en una vereda rosarina
(Sertox)
La iniciativa, de la diputada Fernanda Antonijevic (GEN), subraya en sus fundamentos la alta peligrosidad de una especie "socialmente promovida", cuya ingesta provoca "espejismos, alucinaciones, delirios, mucha excitación e incluso demencia temporal"; además de "un elevado riesgo de muerte". Y menciona, a modo de ejemplo, el caso de un joven de 19 años que en 2009 debió ser internado en el Hospital Penna de Bahía Blanca tras haber consumido un té de floripondio.
Al cobrar difusión a medidos de la semana, el proyecto despertó cierto asombro entre toxicólogos, botánicos e incluso especialistas en drogas de abuso. Tal reacción se debió en parte a que la iniciativa resultaría en principio parcial, ya que apunta a prohibir sólo una las variedades de floripondio, que a su vez es una entre decenas de especies vegetales de la región, potencialmente peligrosas y con efectos estimulantes conocidos.
Pero la sorpresa también surgió por el impacto que tiene actualmente el consumo recreativo o accidental de esta planta en nuestra sociedad. En el servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, el principal centro de referencia en la materia a nivel provincial, aseguran que los casos de intoxicación por floripondio no llegan a diez al año, lo que los convierte en una de las causas de consulta más raras que atienden. Lo mismo afirman desde la subsecretaría de Atención a las Adicciones de la Provincia.
TERAPEUTICA Y RITUAL
Lo cierto es que mucho antes de que a
alguien se le ocurriera bautizarla como "Trompetero", el floripondio
era bien conocido entre los pueblos originarios de nuestro continente.
Como explica la doctora Tany Pochettino, titular de la cátedra de Botánica Aplicada de la facultad de Ciencias Naturales de La Plata, "son
plantas americanas que se cultivan desde la más remota antigüedad y que
llegaron a domesticarse en la zona de la selva andina, desde Venezuela a Perú, con fines terapéuticos y rituales".
"Los
chamanes de algunos pueblos de esa región las usaban tanto para curar
como con fines adivinatorios. Al igual que con otras plantas, recurrían a
ellas para entrar en contacto con el mundo de lo sobrenatural y buscar
ahí estrategias de solución a distintos conflictos, ya fuera la falta de
lluvias o una enfermedad. De hecho, aún hoy su principio activo es
utilizado con propósitos terapéuticos", cuenta Pochettino.
Sintetizado
por la industria farmacéutica, el principal alcaloide que contienen los
floripondios, la escopolamina, forma hoy parte de diversos fármacos de
uso habitual. En la dosis adecuada sirve para tratar mareos, náuseas y
diarreas, pero también como antiparkinsoniano, antiespasmódico y
analgésico local.
"El problema surge cuando esas plantas pasan de
ser usadas en un contexto terapéutico o ritual para usarse con fines
recreativos -advierte la doctora Pochettino-.
La dosis recreativa está muy cerca de la dosis tóxica, por lo cual
resulta de alto riesgo para quienes la usan sin conocimiento".
FLOWER POWER
Si
bien el principio activo del floripondio se encuentra en toda la
planta, son las flores las que lo poseen en mayor concentración. Y
aunque para la década del sesenta esto no era ya una novedad, distintos
historiadores en drogas datan para esa época cierto resurgimiento en el
uso estimulante de la especie.
El hecho es que al igual que otras
modas de ese tiempo, el floripondio como estimulante ha ido perdiendo
vigencia en nuestra sociedad, que en este sentido ha encontrado
innumerables sucedáneos. Con quince años de experiencia en el campo de
las drogas de abuso, el licenciado Gustavo Maggi -jefe del área de Docencia e Investigación de la subsecretaría de Atención a las Adicciones de la Provincia– afirma que jamás ha atendido consultas por intoxicaciones de este tipo.
"Existe
una gran cantidad de drogas, lícitas o ilícitas (desde el alcohol, el
tabaco y los psicofármacos hasta la pasta base) que son tenidas en
cuenta por el gobierno porque tienen un impacto negativo sobre la
población; pero no es el caso del floripondio, que no circula
socialmente", explica Maggi.
Lo mismo señala la doctora Ana María Girardelli, jefa del servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata. "Desde
la perspectiva de su incidencia, los casos de intoxicación por
floripondio no son preocupantes: tal vez no lleguen ni a diez al año los
que atendemos acá. Podría decirse que representan un porcentaje
bajísimo en comparación con otras intoxicaciones", afirma.
CAMPANAS DE LOCURA
¿Quiénes
son entonces los que consumen floripondio? Entre los especialistas en
drogas de abuso, la utilización de esta planta se encuentra asociada en
general a un perfil de consumidor que tiene más de veinte años, que ya
ha probado otras drogas y está buscando experiencias nuevas. Pero
también, con un consumidor que una vez probada esa experiencia rara vez
la repite.
Sucede que el floripondio tiene fama de ser una droga
con "mala vibra". Y esto se debe básicamente a dos razones: la alta
probabilidad de sufrir una intoxicación y los angustiosos efectos
físicos y psicológicos que describen quienes la han probado alguna vez.
"Contra
lo que sería un uso correcto, lo que hacen los algunos jóvenes es un
cocimiento de las flores. Las ponen en una ollita con agua y las dejan
hervir; esto hace que a medida que el agua se evapora, la concentración
del principio activo se torne mayor. Basta entonces tomar apenas un
trago para intoxicarse", explica la doctora Girardelli.
Como
resultado de ello sufren "taquicardia, hipertensión, excitación,
trastornos visuales que hacen perder la estabilidad al caminar,
alucinaciones y, en uno de los últimos grados, convulsiones", describe
la médica. Con todo, estos efectos fisiológicos apenas serían
comparables con la espantosa experiencia emocional que relatan algunas
personas que se han intoxicado con floripondio (ver aparte).
Pero la "Datura Stramonium" -como advierte Girardelli, en
coincidencia con botánicos y expertos en drogas- no sólo no es la única
variedad de floripondio capaz de producir tales efectos: sino que
tampoco resulta única en el contexto de otras especies que se encuentran
en la región.
Desde esta realidad acaso el problema que plantea
el uso abusivo de ciertas plantas se resuma a dos opciones: prohibir y
erradicar decenas de especies que crecen entre nosotros desde hace
milenios… o trabajar sobre algunas conductas humanas de este tiempo.