El 90% de la población urbana de la UE está expuesta a contaminantes atmosféricos perjudiciales. agenciasinc.es. 15/10/13. La contaminación atmosférica sigue ocasionando daños a la salud humana en Europa, puesto que en torno al 90 % de la población de las ciudades de la UE está expuesta a concentraciones de alguno de los contaminantes atmosféricos más perjudiciales que la Organización Mundial de la Salud considera nocivas.Leer artículo previo relacionado: Peligrosa contaminación con material particulado en algunas regiones industriales de Europa
Contaminando
(Sertox)
El último estudio sobre la calidad del aire en Europa, publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), indica que pese al descenso de las emisiones y de las concentraciones de ciertos contaminantes atmosféricos en las últimas décadas, el problema de la contaminación atmosférica en Europa sigue lejos de poder darse por resuelto. El 90% de la población urbana se expone a concentraciones de los contaminantes atmosféricos más perjudiciales. Dos de estos contaminantes en concreto —las partículas y el ozono troposférico— siguen provocando problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares y reduciendo la esperanza de vida. Nuevos datos científicos revelan que la contaminación atmosférica puede resultar nociva para la salud humana incluso en concentraciones inferiores a lo previsto. Según Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA, “la contaminación atmosférica provoca daños a la salud humana y a los ecosistemas. Una gran parte de la población vive en ambientes no saludables, si nos atenemos a los criterios en vigor. Para ser sostenible, Europa debe mostrarse ambiciosa e imponer requisitos legislativos más estrictos”. El Comisario de Medio Ambiente, Janez Potočnik, añade: “Las encuestas demuestran que una gran mayoría de la población sabe perfectamente cómo afecta la calidad del aire a la salud y cree que las autoridades públicas deben adoptar medidas en los ámbitos comunitario, nacional y local, incluso en época de austeridad y dificultades. Estoy dispuesto a responder a estas inquietudes a través de la revisión de la política de protección de la atmósfera que presentará próximamente la Comisión”. Entre 2009 y 2011, hasta el 96% de la población urbana se encontró expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2.5) superiores a las indicadas en las directrices de la Organización Mundial de la Salud y hasta el 98% a concentraciones de ozono (O3) igualmente superiores a las directrices de la organización. El informe revela igualmente que la contaminación no se limita únicamente a las ciudades sino que también alcanza valores elevados en determinadas zonas rurales. Los aspectos positivos del trabajo en materia de reducción de las emisiones de contaminantes atmosféricos son, por ejemplo, que se han reducido las de dióxido de azufre de las centrales eléctricas, del sector industrial y del transporte a lo largo de la última década, limitándose así el riesgo de exposición. “La sustitución gradual de la gasolina con plomo también ha reducido las concentraciones de este metal, que afecta al desarrollo neurológico”, apunta un comunicado del a Agencia Europea de Medio Ambiente. Eutrofización Paralelamente a los riesgos para la salud, el informe destaca problemas medioambientales como la eutrofización, fenómeno ligado a un exceso de nitrógeno nutriente que provoca daños en los ecosistemas, y que amenaza la biodiversidad. La eutrofización es un problema generalizado que afecta a la mayoría de los ecosistemas europeos. Se han reducido las emisiones de algunos contaminantes nitrogenados. Este es el caso de las emisiones de óxidos de nitrógeno y amoniaco que han descendido un 27 % y un 7 %, respectivamente, desde 2002. Sin embargo, la reducción de las emisiones no ha alcanzado los niveles esperados y ocho Estados miembros infringen los techos legales un año después del plazo fijado para su cumplimiento. “Para resolver el problema de la eutrofización, será necesario adoptar medidas adicionales de reducción de las emisiones de nitrógeno”, aseguran los expertos.
Leer también relacionado: La mínima exposición durante el embarazo a la contaminación aumenta el riesgo de bajo peso al nacer. agenciasinc.es. 15/10/13. El mayor estudio europeo realizado hasta la fecha afirma que, por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico en la exposición a las partículas finas durante el embarazo, el riesgo de bajo peso al nacer aumenta en un 18%. La exposición a los contaminantes del aire durante el embarazo aumenta significativamente el riesgo de un menor crecimiento fetal. Esto se observa incluso a niveles inferiores a los estipulados en las directivas de calidad del aire actuales de la Unión Europea (UE), de acuerdo con uno de los mayores estudios epidemiológicos prospectivos de su tipo publicado en The Lancet Respiratory Medicine. Los investigadores estiman que, por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico (5μg/m³) en la exposición a las partículas finas (PM2,5) durante el embarazo, el riesgo de bajo peso al nacer aumenta en un 18%. Se trata de un aumento habitual de estas partículas que se encuentran en, por ejemplo, las emisiones de los vehículos y los contaminantes atmosféricos industriales. Es importante destacar que este incremento del riesgo persiste en niveles por debajo del límite de calidad del aire existente anual de la UE de 25μg/m³. "Nuestros hallazgos sugieren que una proporción importante de los casos de bajo peso al nacer podría evitarse en Europa si la contaminación del aire urbano, partículas particularmente finas, se redujera", explica Marie Pedersen, autora principal del estudio e investigadora del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), centro de la alianza ISGlobal. Los niveles medios de exposición de PM2,5 durante el embarazo en la población estudiada variaron de menos de 10μg/m³ a casi 30μg/m³. Manolis Kogevinas, codirector del CREAL, añade que “si los niveles de PM2,5 se redujeran a 10μg/m³ (el valor de referencia de la Organización Mundial de la Salud como media anual de calidad del aire), se podría prevenir el 22% de los casos de bajo peso al nacer de los partos de más de 37 semanas”. La exposición a bajos niveles de contaminación atmosférica durante el embarazo tiene un impacto en el bajo peso al nacer (<2500g, después de 37 semanas de gestación), lo que se ha relacionado con problemas respiratorios en la infancia, así como otras enfermedades que se padecen a lo largo de la vida. El estudio también analizó el impacto en el tamaño de la circunferencia de la cabeza por sus posibles efectos en el desarrollo neurológico. Un efecto claro en los bebés Usando datos del Estudio europeo de cohortes para los efectos de la contaminación del aire (ESCAPE), los investigadores combinaron datos de 14 estudios de cohortes en 12 países europeos (Noruega, Suecia, Dinamarca, Lituania, Inglaterra, Países Bajos, Alemania, Francia, Hungría, Italia, Grecia y España), en los que participaron más de 74.000 mujeres que tuvieron a sus bebés entre febrero de 1994 y junio de 2011. En particular, de España participaron 2.623 madres-hijos de Sabadell (Barcelona), Asturias, Guipúzcoa, Valencia y Granada que participan en el proyecto INMA-Infancia y Medioambiente, cuyo director es Jordi Sunyer, codirector del CREAL. Según Sunyer, “la amplia exposición de las mujeres embarazadas de todo el mundo a la contaminación del aire urbano en concentraciones similares o incluso superiores a las evaluadas en nuestro estudio ofrece un mensaje claro a los responsables políticos para mejorar la calidad del aire que todos compartimos". El estudio concluye que todos los contaminantes del aire, partículas especialmente finas (PM2,5, con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos), aumentan el riesgo de bajo peso y de reducción de la circunferencia media de la cabeza de los bebés, después de tener en cuenta otros factores como el tabaquismo materno, la edad, el peso y la educación. Referencia bibliográfica: The Lancet Respiratory Medicine