Estudian en Córdoba un nuevo uso del ibuprofeno como antimicrobiano. agenciacyta.org.ar. 02/07/18. Científicos del CONICET mostraron que es eficaz contra tres bacterias que causan infecciones en pacientes con fibrosis quística y propusieron administrarlo en nebulizaciones. Una empresa farmacéutica de esa provincia avanza para probarlo en seres humanos.Leer también:Un poco sobre la historia del ibuprofeno
Ibuprofeno 600
(Sertox)
De derecha a izquierda, parte del equipo de investigadores: Ariel Garro, Adrián Muñoz, Dante Beltramo, Roxana Alasino y Victoria Leonhard.Usado desde hace más de medio siglo como antiinflamatorio, analgésico y antitérmico, el futuro podría depararle un nuevo uso al ibuprofeno. Científicos de Córdoba mostraron que es capaz de matar bacterias que causan infecciones en pacientes con fibrosis quística. Y una empresa farmacéutica de esa provincia busca estudiarlo en seres humanos. “Nuestro trabajo, junto con otro hecho en los Estados Unidos que se publicó casi en simultáneo, parecen ser los primeros reportes acerca de esta aplicación en particular”, destacó a la Agencia CyTA-Leloir Dante Beltramo, doctor en Bioquímica, investigador del CONICET y del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (CEPROCOR). Según amplió, la propiedad antimicrobiana del ibuprofeno se conocía desde hacía más de una década, pero hasta ahora no se la había dirigido a un uso en especial, como en la fibrosis quística. Esta enfermedad genética afecta los pulmones y otros órganos. Produce inflamación y un moco espeso y pegajoso que se acumula en las vías aéreas y predispone a infecciones que pueden ser letales. “Los primeros trabajos sobre el ibuprofeno en fibrosis quística evaluaban el uso por vía oral para disminuir el efecto inflamatorio de la infección pulmonar”, puntualizó la corresponsable del estudio, Roxana Valeria Alasino, doctora en Biología, también investigadora del CONICET y de CEPROCOR. En cambio, este equipo de científicos se preguntó si el ibuprofeno podía matar a tres bacterias que causan esas infecciones. Al intentar hacerlas crecer en presencia del fármaco, en el laboratorio, todas resultaron susceptibles al compuesto luego de, al menos, cuatro horas de incubación. Por resultados previos, los científicos sospecharon que la actividad microbicida del ibuprofeno podía deberse a su interacción con las membranas celulares. Este efecto está influenciado por la presencia en el medio de partículas con carga eléctrica (iones), como las que se generan cuando se disuelve sal. “Analizamos, entonces, el efecto de agregar concentraciones crecientes de cloruro de sodio –agregó Beltramo–. Fue un tanto sorpresivo, ya que vimos que la alta fuerza iónica incrementaba en un orden de magnitud la potencia bactericida del ibuprofeno”. En estas nuevas condiciones, solo se necesitaron pocos minutos para matar a las bacterias. Lo interesante es que, en la actualidad, se utilizan soluciones concentradas de cloruro de sodio, formuladas para inhalación, como parte del tratamiento de los pacientes con fibrosis quística porque contribuyen a eliminar la mucosidad de los pulmones y mejorar así la función respiratoria. Por eso, finalmente, los científicos estudiaron si una forma inhalable del ibuprofeno podía ser tóxica para los animales. “Al menos en ratas, a las concentraciones y tiempos utilizados, no parece afectar sustancialmente el epitelio pulmonar”, resaltó Beltramo, quien añadió que la administración del fármaco en nebulizaciones podría ser una indicación apropiada en pacientes. De la investigación, publicada en Pharmaceuticals, participaron también Adrián Muñoz, Ariel Garro, Valeria Heredia, Néstor García y David Cremonezzi. Completa el quipo Victoria Leonhard. “Estos estudios forman parte de un desarrollo transferido a una empresa farmacéutica de Córdoba. Según se nos ha informado, está realizando los trámites necesarios para comenzar con los estudios clínicos en seres humanos”, señaló Alasino. Referencia bibliográficaHigh Concentrations of Sodium Chloride Improve Microbicidal Activity of Ibuprofen against Common Cystic Fibrosis Pathogens. Adrián J. Muñoz, Roxana V. Alasino, Ariel G. Garro, et al. Pharmaceuticals 2018, 11(2), 47; doi:10.3390/ph11020047