Científicos descubren un sapo gigante que finge ser una víbora para evitar a sus depredadores. Por Aristos Georgiou. newsweekespanol.com. 21/10/19. En la naturaleza, muchos animales imitan a otros por distintas razones. Ahora, un grupo de científicos descubrió el más reciente ejemplo de esta peculiar habilidad, al encontrar que el sapo gigante congolés imita la apariencia y la conducta de la víbora venenosa de Gabón para evitar caer en manos de sus depredadores.
Bitis gabonica
(Sertox)
En la imagen se muestra una comparación entre el sapo gigante congolés y una víbora de Gabón, ambos vistos desde arriba, en la que pueden verse las similitudes en su apariencia.Según los autores, de la Universidad de Texas en El Paso y del Centro de Investigación en Ciencias Naturales de la República Democrática del Congo (DR Congo), este es el primer ejemplo en el mundo en el que un sapo finge ser una víbora para evitar a los depredadores. El sapo (Sclerophrys channingi), que vive en los bosques lluviosos del centro de África, es relativamente grande, y llega a medir poco menos de 14 cm de largo. Probablemente se trata de una especie nocturna que pasa la mayor parte de su tiempo buscando alimentos en el suelo del bosque, aunque los anfibios no están bien adaptados a ese entorno. Por su parte, la víbora (Bitis gabonica), que se encuentra en las regiones central, oriental y sur de África, es una de las serpientes más grandes de ese continente, y llega a alcanzar longitudes de más de 1.67 m y a pesar alrededor de 8 kg. Esos reptiles son depredadores de emboscada, de hábitos nocturnos y que se mueven lentamente, además de poseer los colmillos más largos del mundo y de producir más veneno que cualquier otra serpiente. Para destacar su peligrosidad, en un estudio anterior, varios científicos demostraron que los monos habituados de África Occidental, que hacen caso omiso de la mayoría de las serpientes, pueden reconocer a las víboras de Gabón desde una gran distancia y que se aterrorizan si ven a una, además de advertir a sus compañeros que se mantengan alejados. De acuerdo con el estudio más reciente publicado en la revista Journal of Natural History, los autores afirman que los posibles depredadores evitan a los sapos debido a las similitudes en el patrón de colores, forma, tamaño y conducta entre estos anfibios y la víbora de Gabón. Si bien la similitud no es perfecta (muchos ejemplos de mimetismo animal son imperfectos), el disfraz sirve lo suficiente bien a su propósito porque las consecuencias de equivocarse (es decir, la muerte) son demasiado graves para los depredadores, declaró a Newsweek Eli Greenbaum, de la Universidad de Texas en El Paso y autor principal del estudio. “Debido a que los sapos son relativamente grandes en comparación con la inmensa mayoría de los demás batracios de esa región, es probable que sean una presa muy tentadora para distintos depredadores generalistas, conocidos por alimentarse de sapos, entre los que hay mamíferos, aves, grandes lagartos y serpientes”, afirmó Greenbaum. “Dado que la víbora de Gabón tiene unos colmillos más grandes que los de cualquier otra serpiente del mundo y es capaz de inyectar enormes cantidades de veneno tóxico cuando muerde, muchos de esos depredadores probablemente evitan a la víbora a toda costa”, señaló. El autor principal del estudio describió su reacción ante estos últimos resultados como una combinación de “asombro y maravilla”. “Este es el primer ejemplo del mundo en el que un sapo finge ser una serpiente para evitar a los depredadores, por lo que los resultados son únicos e importantes”, declaró a Newsweek. “Esto me hace especular sobre otras cosas sorprendentes que aún nos falta por descubrir en los poco explorados bosques de la República Democrática del Congo”. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras comparar especímenes del sapo y de la víbora capturados en su hábitat natural y especímenes en cautiverio. Dichas comparaciones mostraron que el patrón de colores y la forma del cuerpo del sapo coinciden muy bien con esas características de la cabeza de la víbora.