Estaciones de monitoreo en Corea del Sur y Japón fueron clave para determinar que las emisiones del gas prohibido provenían del este de China.El gas, llamado CFC-11, era usado principalmente en la fabricación de espumas aislantes para casas, pero se acordó a nivel internacional que la producción cesaría gradualmente a partir del año 2010.
El gas prohibido, CFC-11, es usado en la fabricación de espumas aislantes para la construcción.Sin embargo, en 2018 un equipo de investigadores encontró que el ritmo de disminución se redujo en un 50% después de 2012.
El Protocolo de Montreal prohibió el uso de algunas sustancias que destruyen la capa de ozono, vital para protegernos de los rayos ultravioleta.Un vendedor señaló a la agencia que cerca del 70% del material aislante en hogares chinos es fabricado usando el gas prohibido.
El agujero en la capa de ozono sobre Antártica, visto en esta imagen en septiembre de 2018, podría repararse para 2060. Pero la producción de gases prohibidos en China puede retrasar esto una década."Este nuevo estudio se basa en aumentos bruscos en las mediciones del aire que viene de China", señaló al programa Inside Science de la BBC el autor principal del estudio, Matt Rigby, profesor de química atmosférica de la Universidad de Bristol en Inglaterra.
Los cambios en el agujero en la capa de ozono (en azul) entre 1979 y 2010 muestran el impacto de los clorofluorocarbonos.Western señaló que la red de monitoreo también es sensible a partes de Norteamérica, el sur de Australia y Europa, pero en ninguno de estos sitios se registró un aumento de emisiones.
El gas usado en espumas aislantes de poliuretano es un potente gas de invernadero. Una tonelada de CFC-11 equivale a cerca de 5.000 toneladas de CO2 o dióxido de carbono.Una tonelada de CFC-11 equivale a cerca de 5.000 toneladas de CO2 o dióxido de carbono.
La capa de ozono nos protege de la radiación solar.Se trata del CFC-11, un poderoso gas de efecto de invernadero que destruye la capa de ozono.
Estaciones de monitoreo en Corea del Sur y Japón fueron clave para determinar que las emisiones del gas prohibido provenían del este de China.Un reciente estudio, sin embargo, afirma que durante los últimos seis años se ha desacelerado la disminución del CFC-11 en la atmósfera.
El CFC-11 se usa en espumas que sirven como aislante.El número 11 indica el número de átomos de carbono, hidrógeno, flúor y cloro que contiene.
La disminución del ozono en la atmósfera aumenta el riesgo de cáncer de piel.El verdadero peligro, sin embargo, es la emisión de los CFC a la atmósfera.
El agujero en la capa de ozono sobre Antártica, visto en esta imagen en septiembre de 2018, podría repararse para 2060. Pero la producción de gases prohibidos en China puede retrasar esto una década.Según los científicos, incluso una disminución relativamente pequeña en la concentración de ozono en la estratósfera puede aumentar el riesgo de cáncer de piel en los humanos y causar daños genéticos en muchos organismos.