Según relata al periódico digital Canarias en Hora Alejandro de Vera, conservador de Biología Marina del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, no se debe tocar a esta falsa medusa "bajo ningún concepto, aunque parezca que está muerta en la arena". "Hay niños que se la llevan en el bañador mojado, y la propia hidratación las devuelve a la vida”, explica este experto en la materia. Y es que tal y como apunta el biólogo marino, este organismo gelatinoso "es mortal en la medida que puede ser mortal la picadura de una abeja cuando se es alérgico a su veneno". En general provoca picaduras "más extensas" que las medusas, y aconseja que "salvo que se trate de un escozor o picor, si el bañista siente mareos o se siente mal se dirija inmediatamente a un centro hospitalario", pues en el ser humano, el veneno de la carabela portuguesa puede tener consecuencias "neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas". Entre los grupos de riesgo se encuentran los niños. La carabela portuguesa parece un juguete, su aspecto es bonito y brilla en mitad de la arena. Es normal que los pequeños se acerquen y la toquen. "Ahí está el peligro", advierte el conservador. "Aunque parezca que está muerta o seca, la hidratación las puede devolver a la vida y accionar su capacidad para atacar".