Quisiera saber si es posible realizar estudios -luego de transcurridos
muchos años- para detectar si ha habido contaminación con plomo que pudiera
haber afectado el desarrollo de un embarazo ocurrido hace 15 años. Me refiero a
si dicha contaminación deja rastros comprobables en el organismo, ya que he
recordado que durante el primer trimestre de mi primer embarazo recibí más de
una vez los efectos del polvo de demolición de un edificio lindero con el que yo
habitaba, efectos que se hacían sentir enormemente a pesar de mantener cerradas
las ventanas que daban a ese sector. | |||
Lamentablemente las relaciones causa-efecto en exposiciones crónicas son muy difíciles de confirmar. El plomo es un metal pesado que tiene una cinética (movilidad) compleja en el organismo humano. En personas severamente expuestas pueden encontrarse evidencias (en los huesos, por ejemplo) de dicha exposición pero no creo que sea su caso. El polvo de demolición no puede considerarse una fuente importante de plomo (podría ser de otros contaminantes, como el asbesto, pero que no aportarían a su inquietud actual). |