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El consumo regular de bebidas azucaradas es un factor de riesgo, por sí solo, de la diabetes tipo 2

23 July, 2015
Un alto consumo de refrescos podría aumentar el riesgo de diabetes, incluso sin obesidad. nlm.nih.gov. 22/07/15. Consumir bebidas azucaradas a diario se vincula con un aumento del 13 por ciento en una década, encuentra un estudio. Independientemente de que sea delgado u obeso, si bebe muchos refrescos con azúcar u otras bebidas endulzadas, es más probable que contraiga diabetes tipo 2, revela un análisis reciente.Leer relacionado: Estimación de la morbi-mortalidad relacionada con el consumo de bebidas azucaradas en 2010, estudio
El consumo regular de bebidas azucaradas es un factor de riesgo, por sí solo, de la diabetes tipo 2
Coatí tomando una “Cola” derramada…
(Sertox)
Imagen de noticias HealthDayHasta ahora, los expertos sanitarios creían que las bebidas azucaradas y la diabetes tipo 2 estaban asociadas porque el azúcar fomenta el aumento de peso, y la grasa corporal contribuye a la resistencia a la insulina, que antecede a la diabetes.
Pero este nuevo estudio eliminó el peso como factor, y aún así encontró que cada porción diaria de bebidas endulzadas con azúcar aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 de cualquier persona en un 13 por ciento en un periodo de diez años.
Si esto es correcto, las bebidas azucaradas podrían conducir a dos millones de casos nuevos de diabetes tipo 2 en Estados Unidos entre 2010 y 2020, reportaron los investigadores en la edición en línea del 22 de julio de la revista BMJ.
La diabetes tipo 2 afecta a la forma en que el cuerpo convierte el azúcar de los alimentos en combustible, y provoca graves problemas si no se trata. Unos 29 millones de estadounidenses sufren de diabetes, la mayoría del tipo 2, señala la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association). Muchos no cuentan con un diagnóstico.
Una lata de Coca-Cola de 12 onzas (35.5 decilitros) contiene 39 gramos de azúcar, el equivalente a 9.75 cucharaditas de azúcar.
Esa cantidad de azúcar, consumida a la vez, provoca un aumento marcado en el azúcar en sangre, lo que con el tiempo puede crear resistencia a la insulina incluso en personas que tengan un peso normal, señaló el autor líder, Fumiaki Imamura, investigador principal de la Unidad de Epidemiología MRC de la Facultad de Medicina Clínica de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
"Nuestro cuerpo puede manejarlo, pero los efectos cumulativos con el tiempo agotan las funciones corporales y conducen al inicio de la diabetes", advirtió Imamura.
Esas conclusiones se basan en datos de 17 estudios observacionales anteriores, que los investigadores combinaron para crear un conjunto de poco más de 38,200 personas.
Debido a que no se trataba de ensayos clínicos, no se puede interpretar que los hallazgos prueben un vínculo directo entre las bebidas azucaradas y la diabetes tipo 2, anotó en una declaración la Asociación Americana de Bebidas (American Beverage Association).
"Aún así, nuestra industria está comprometida con formar parte de unas soluciones reales para los problemas de salud pública", según una declaración de la industria de las bebidas. "Estamos ayudando a las personas a gestionar su ingesta de calorías y azúcar al ofrecer una amplia variedad de opciones de bebidas, una variedad de tamaños de envases, e información clara y fácil de leer para ayudarles a elegir la opción que sea adecuada para ellas".
Según una nueva iniciativa llamada Balance Calories (algo así como equilibrar las calorías), los miembros de la Asociación Americana de Bebidas están trabajando para una meta común de reducir las calorías provenientes de las bebidas en la dieta estadounidense en un 20 por ciento en 2025, según la declaración.
En el estudio, los investigadores encontraron que una porción diaria de una bebida azucarada aumentaba el riesgo de diabetes tipo 2 en un 18 por ciento durante una década, sin tomar en cuenta el peso.
Pero tras tomar en cuenta el peso, el riesgo de diabetes tipo 2 asociado con las bebidas azucaradas solo se redujo a un 13 por ciento.
Alrededor de una de cada cinco personas con diabetes tipo 2 tiene un peso saludable, y esos hallazgos podrían ayudar a explicar el motivo, dijo Toby Smithson, dietista registrada y educadora certificada de diabetes de Livongo Health, en Chicago, una compañía tecnológica de salud que se especializa en la gestión de las afecciones crónicas.
"Si puede imaginarse una solución intravenosa de azúcar entrando en sus venas, lo que llamamos un ‘dulce concentrado’, eso es lo que sucede cuando consume algo lleno de azúcar", dijo Smithson, que también es vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics). "Esa concentración puede aumentar marcadamente los niveles de glucosa en sangre, independientemente de su peso".
Otra teoría plantea que unos niveles altos de azúcar en la dieta podrían afectar a las colonias microbianas "saludables" de los intestinos, alterando la digestión de alguna forma que aumente el riesgo de diabetes tipo 2, señaló el Dr. Steven Smith, endocrinólogo de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
El nuevo estudio también encontró una asociación entre la diabetes tipo 2 y las bebidas o jugos de frutas con edulcorantes artificiales. Pero las asociaciones con los refrescos de dieta y los jugos de fruta parecieron basarse en evidencias menos sólidas, y debido a eso los autores decidieron evitar sacar alguna conclusión firme sobre esas bebidas.
Pero los investigadores dijeron que no recomendarían las bebidas de dieta ni los jugos de fruta como opciones más saludables que los refrescos azucarados.

Artículo por HealthDay, traducido por Hola DoctorFUENTES: Fumiaki Imamura, Ph.D., senior investigator, MRC Epidemiology Unit, University of Cambridge School of Clinical Medicine, United Kingdom; Toby Smithson, MSNW, RDN, LDN, CDE, registered dietitian and certified diabetes educator, Livongo Health, Chicago; Steven Smith, M.D., endocrinologist, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; July 22, 2015, BMJ, online
HealthDay
____________________________________________________________________________________________________Leer tambien: El rastro de las bebidas azucaradas en la salud. Meta-análisis de 17 estudios. Por Laura Tardón. elmundo.es. 22/07/15. Dulce sabor, pero con efecto amargo. El consumo regular de bebidas azucaradas, incluyendo los zumos comerciales, es un factor de riesgo, por sí solo, de la diabetes (tipo 2), independientemente de su implicación también en la ganancia de peso a largo plazo y de la obesidad entre los asiduos a los refrescos. Así de contundentes lo afirman los autores de un estudio que acaba de ver la luz en la revista científica British Medical Journal.Reciclaje de latas de refresco.Reciclaje de latas de refresco. EL MUNDOHasta la fecha, argumentan los investigadores, las evidencias al respecto "eran limitadas". Se sabe que la ingesta de bebidas carbonatadas aumenta la adiposidad, pero no había una respuesta clara sobre su papel en el desarrollo de la diabetes. Para abordar esta cuestión, un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha realizado un meta-análisis centrado en el análisis de 17 estudios observacionales (seleccionados entre más de 1.937 artículos) "que no están financiados por la industria", aclara de Fumiaki Imamura, uno de los responsables de este trabajo. Un detalle importante, dado que, tal y como mostraba un estudio español en 2013 en la revista ‘PLos Medicine’, "los estudios que defienden la inocuidad de las bebidas azucaradas están financiados por la propia industria", señala Miguel Ángel Martínez-González, miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn). Aluden que simplemente "aportan un añadido calórico como cualquier otro producto alimenticio" y en cuanto a posibles efectos sobre la salud, "aseguran que están mediados por la obesidad", no son consecuencia directa del consumo de refrescos.
Lo cierto es que desde que en 2004 la revista JAMA publicó un primer trabajo sobre los efectos nocivos de las bebidas azucaradas, ya no ha habido tregua. Son numerosos los grupos de científicos que, en pro de la salud pública, continúan trabajando para demostrar sus efectos en la población. Así, por ejemplo, hace apenas dos meses, las páginas de Circulation asociaban el consumo de refrescos con un total de 184.000 muertes anuales. Las agrupaban por patologías: 133.000 fallecimientos ocurrirían por diabetes vinculada a estas bebidas, 45.000 a enfermedad cardiovascular y 6.450 al cáncer. (tabaco)
El problema de las bebidas carbonatadas, relata el español Martínez-González, es que "proporcionan azúcares de fácil absorción. Éstos producen un aumento inmediato de glucosa, lo que requiere un pico de insulina" que con el tiempo desemboca en resistencia a la hormona y puede ocasionar problemas de diabetes y obesidad. Dos efectos que han ido de la mano en todos estos años. En palabras de Amelia Marti, otra especialista del CIBERobn y también de la junta directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), explica que "la adiposidad, con el tiempo, genera resistencia a la insulina. El exceso de peso altera el equilibrio de los lípidos, va bajando la sensibilidad de la insulina y, poco a poco, con los años, progresa y termina en diabetes".
Uno de los puntos fuertes del nuevo meta-análisis es que refuerza el papel autónomo de las bebidas azucaradas en la diabetes, con independencia del sobrepeso. En total, se analizaron los datos de 38.253 personas (de EEUU y Reino Unido) con diabetes tipo 2 y, relacionándolos con su consumo habitual de bebidas azucaradas, los investigadores pudieron extraer una ecuación de riesgo de diabetes atribuible a este tipo de productos. En los próximos 10 años, "entre el 4% y el 13% de los nuevos casos en EEUU y entre el 2% y el 6% en Reino Unido" podrían explicarse por una ingesta excesiva de refrescos y zumos empaquetados. En España no hay datos de este tipo, expone Marti. Sin embargo, "podríamos situarnos más o menos en las cifras inglesas".
En definitiva, lo que significa esta conclusión es que, hasta el 13% del riesgo de diabetes se justifica con el consumo desproporcionado de bebidas azucaradas. No obstante, "existe otro conjunto de desencadenantes", aclara la experta española al comentar esta investagación: "Factores genéticos, estilo de vida (como el sedentarismo), otras enfermedades asociadas (como la obesidad), el consumo exagerado de grasa saturada…". Las dietas "bajas en fibra y las ricas en carne procesada o el tabaco" también favorecen el desarrollo de diabetes, puntualiza Martínez-González.
Aunque son necesarios más estudios que avalen la relación de causalidad, reconocen los autores en su artículo, "nuestros hallazgos indican el beneficio que supone reducir el consumo de bebidas carbonatadas a la hora de prevenir diabetes tipo 2", lo que conlleva una "importante repercusión en la salud pública". Se estima que la ingesta actual de este tipo de refrescos y zumos causen en EEUU aproximadamente dos millones de casos nuevos de diabetes (de tipo 2) y 800.000 en Reino Unido en los próximos 10 años. "El coste económico en EEUU sería de unos 9.800 dólares por paciente y en Reino Unido, 3.994 dólares".
Dado que los refrescos y los zumos embotellados promueven "la obesidad (la gran pandemia de esta época), la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el ictus", Martínez-González lanza un mensaje directo: "Conviene reducir el consumo de estas bebidas y si se puede eliminarlo". La mejor bebida es el agua, agrega. Es cierto que en España esta ingesta "no es tan exagerada como en EEUU o en México, supone alrededor del 6% de las calorías de los españoles". Pero resulta fundamental "dar pasos adelante en la lucha contra las bebidas azucaradas, concienciar a la sociedad, establecer una regulación más estricta e impuestos". Es como la ‘guerra’ contra el tabaco, "nuestro referente […] A pesar de las presiones industriales, poco a poco, la ciencia va ganando la batalla en favor de la salud pública".
Refrescos y obesidad infantil
Un estudio español en el que han participado ambos expertos españoles y que ha sido publicado en la revista ‘Public Health Nutrition’ se centra en la población infantil. Después de valorar los hábitos dietéticos, el estilo de vida y el consumo de bebidas azucaradas en 174 niños con una edad media de 11,6 años, los autores observaron que el consumo de cuatro o más bebidas azucaradas elevaba el riesgo de obesidad un 246%. Además, "por cada ración extra diaria de este tipo de bebidas multiplicaba por 1,69 las propabilidades de obesidad", lo que supone un incremento relativo del 69% para cada ración extra diaria".Los responsables del trabajo defienden no estar financiados por la industria
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