Hace dos semanas, la Presidente de la Nación Cristina Fernández pudo terminar de dar vuelta una hoja importante de su gestión presidencial. Unos meses luego de su asunción, el llamado "conflicto con el campo" fue un hito que como ningún otro terminó de definir la identidad política kircherista, provocando un realineamiento de fuerzas un año después. Ahora, a meses de finalizar su mandato constitucional, el acuerdo con la Federación Agraria Argentina (FAA) permitió romper la alianza entre las organizaciones agrarias que protagonizaron aquel conflicto.
Sólo un mes más tarde, el 20 de marzo, la OMS ratificó que el glifosato de las fumigaciones puede provocar cáncer. En síntesis, expresó: “Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. La noticia casi no fue reconocida en su trascencia por los medios nacionales. El portal oficial Telam se hizo eco de manera particular, difundiendo la versión empresarial: "Monsanto rechazó un informe de una agencia internacional sobre glifosato".