magen: Yves BennaimEl mercurio se encuentra en el medio ambiente y buena parte de su presencia procede de centrales térmicas de carbón, de la industria del cloro o de las incineradoras. Uno de los mayores problemas es cuando el mercurio es arrastrado por las lluvias hasta el mar y se transforma en metilmercurio. Este compuesto tóxico es depositado en ríos y lagos y se acumula de manera rápida en casi toda la flora y fauna acuática. En la mayoría de los países, los productos pesqueros son aptos para el consumo humano porque presentan niveles de metilmercurio que no exceden los límites considerados como seguros. Pero hay que tener en cuenta que, ciertas especias, como el tiburón o el pez espada, son especialmente sensibles a acumular esta sustancia. En 2013, la EFSA establecía para el metilmercurio una exposición de 1,3 microgramos por kilo de peso corporal, frente al 1,6 anterior.