Lo llaman el síndrome de la puerta equivocada. Ni lo tratan por sí solos los centros de atención a la adicción ni tampoco las unidades de Psiquiatría del sistema público de salud. La patología dual, en la que conviven los trastornos mentales y el consumo de sustancias psicoactivas, aún parece ser invisible a pesar de su magnitud. Al menos el 70% de los pacientes adictos padece una alteración psiquiátrica y se calcula que alrededor del 51% de las personas con enfermedad psiquiátrica tiene problemas con el abuso de sustancias, incluyendo el tabaco.