Los dos acusados, durante el juicio. / ALVARO GARCÍALos dos jóvenes fallecidos en una fiesta celebrada en el monasterio abandonado de Perales del Río el 20 de agosto de 2011, después de consumir una infusión de semillas de la que se conoce como la más venenosa de las solanáceas —unas plantas leñosas— habían consumido también otras muchas sustancias.