
En la mayoría de los casos, están disponibles otros fármacos con un mejor balance de daños y beneficios. En otros casos, no hay ningún tratamiento alternativo satisfactorio. Sin embargo, incluso para enfermedades graves, esto no justifica exponer a los pacientes a riesgos graves cuando un medicamento tiene ninguna eficacia probada. Algunos medicamentos pueden ser usados dentro del contexto de los ensayos clínicos, ya que cuando los pacientes son incluidos en estos estudios se les informa que los daños y beneficios son inciertos y que por ello es precisamente qué se les pide que participen en la investigación clínica. Cuando no hay tratamientos disponibles que pueden mejorar el pronóstico, más allá del efecto placebo, la mejor opción es el tratamiento de soporte individualizado.