"Te lleva al pasado a recordar esas cosas que uno necesita recordar", dice a la AFP Sergio Berejano, un diseñador de 24 años que cuenta que bajo el efecto del yagé siente que una voz con experiencia, a la que llama "El abuelito", le habla para ayudarlo a solucionar sus conflictos internos.
Según Fabián Sanabria, director general del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, es probable que estas plantas permitan a quienes las consumen acceder al inconsciente, una experiencia que atrae a cientos de turistas cada año a Colombia para darle un sentido a la vida.
"Vienen muchos europeos. Allá la vida es diferente. Andan buscando el conocimiento y caminos espirituales. Están cansados de su vida monótona", afirma Jamioy.
Chamanes impostores
Desde el punto de vista legal, el yagé está en un limbo. Por un lado, los pueblos indígenas tienen derecho a celebrar sus rituales y mantener sus costumbres, pero, por el otro, su componente psicoactivo DMT está prohibido y es catalogado como una sustancia psicotrópica por la Junta Internacional de Fiscalización y Estupefacientes (JIFE) de la ONU.
Pero el ritual de su consumo es muy antiguo, contó Sanabria. Incluso se han encontrado estatuillas precolombinas que representan a chamanes vomitando y con la cara desfigurada.
"A mucha gente en el mundo contemporáneo la atrae y la seduce, porque las sociedades se han secularizado y hoy no se cree ni en las cuerdas de las campanas", apuntó.
Muchas veces, sin embargo, chamanes impostores ofrecen esta mezcla, que puede provocar taquicardia, ansiedad, pánico e incluso la muerte, dijo Sanabria. En abril, un británico de 21 años murió intoxicado tras participar en un ritual en Putumayo.
En ese sentido, Ricardo Díaz, un sociólogo que edita la revista Visión Chamánica y además organiza sesiones de yagé, señaló que es importante realizar este ritual en manos de un "taita" experimentado y guardar un riguroso ayuno previo evitando carnes rojas, lácteos, alcohol y otras drogas.
"Siempre es una intoxicación, lo que pasa es que es una intoxicación controlada", explicó a la AFP, y desalentó a consumir esta mezcla con fines recreativos.
La experiencia "no es ningún placer", advirtió.