Cebos tóxicos ponen en peligro a la naturaleza y al hombre.noticias.terra.com.ar. 15/03/12. Algunos pobladores rurales, en forma ilegal, utilizan cebos tóxicos para intentar acabar con pumas y zorros. No solo colocan veneno en los animales que encuentran muertos, sino que a veces incluso sacrifican algún ejemplar de su rebaño para envenenarlo y lo dejan tirado, a la espera que “caiga” algún predador. Si se les pregunta cuánto hace que usan veneno, la respuesta suele ser: “desde hace mucho tiempo”.
Pictograma de un cóndor en Cerro Colorado
(Sertox)
Y si se les pregunta, si hay más o menos predadores, la respuesta siempre es afirmativa “cada vez hay más zorros y pumas”. Es evidente que el método no funciona! El uso ilegal de cebos tóxicos, no solo se encuentra prohibido por Ley, sino que su utilización es punible de sanciones. Sin embargo, esta peligrosa práctica sigue cobrando víctimas y alterando el delicado equilibrio ecológico en nuestro país, convirtiéndose en una amenaza para la conservación de la vida silvestre y la salud humana. Cuando se aplica una droga tóxica, como puede ser el caso de la estricnina, muchas cosas se están poniendo en peligro. Lo primero es la vida humana, su inadecuada manipulación puede causar la muerte. También las fuentes de agua potable pueden ser contaminadas y la vida acuática se ve afectada gravemente. No solo se altera la conservación de grandes carnívoros, sino que toda una cadena de carroñeros, especies que se alimentan de animales muertos, resultan víctimas del veneno y, de esta forma, desaparecen beneficiosas especies que libran los campos de posibles focos de infección. Si bien las leyes son claras, la inmensidad y aislamiento de los establecimientos rurales, hace muy difícil, en la práctica, su control. Además, hoy se ve agudizado este problema por el empleo de agroquímicos y pesticidas utilizados como cebos tóxicos. Estos resultan muchísimo más letales, económicos y de más fácil acceso, en relación a drogas como la estricnina, cuya venta esta prohibida. Recientemente, estudios de seguimiento satelital de cóndores en Patagonia, realizados por el Zoo de Bs As y la Fundación Bioandina Argentina, demostraron que esta práctica ilegal sigue en uso y eso alertó a las direcciones de Fauna de Río Negro y Chubut. Namuncura, un pichón de solo dos años de edad, nacido en la costa patagónica, en Sierra Paileman, murió a 230 km de su nido, en el límite interprovincial, cuando bajó a comer el cadáver de una oveja. Un poblador la había envenenado con un insecticida (Furacarb 48 F) supuestamente para matar zorros. Namuncura era de gran importancia para la comunidad científica, dado que era uno de los primeros nacimientos en la zona, luego de más de 100 años de extinción de la especie en la costa atlántica.El uso de cebos tóxicos sigue azotando la conservación de biodiversidad y poniendo en peligro la vida humana. Cuando las cenizas volcánicas, la desertificación, el abandono de los campos ponen en jaque la ganadería, la educación es nuestra mejor herramienta para evitar que el uso de cebos tóxicos se convierta en una salida desesperada.