Mientras el fitosanitario más criticado es un herbicida, los más tóxicos son los insecticidas. cadena3.com. 23/03/2011 | 10:05 Así lo reveló el ingeniero agrónomo, Pedro Leiva del INTA Pergamino. La toxicidad de los insecticidas es 140 veces más alta que la de herbicidas como el Glifosato o funguicidas. Desde hace años que el uso correcto de fitosanitarios y el almacenamiento de los envases es un tema que se ha debatido en diferentes ámbitos de la sociedad, a tal punto que, también, es eje de discusión entre concejales, diputados y senadores. El producto más demonizado, sin lugar a dudas, es el Glifosato, ya que es un herbicida utilizado en el 91% de los establecimientos agrícolas. Este artículo es citado en: Control de plagas, malezas y fertilidad/contaminación en la página de http://www.agrosustentable.com.ar
La Agencia de Protección Ambiental (EPA), así como la Organización Mundial de la Salud clasificaron los herbicidas con glifosato como levemente tóxicos en la "Clase III" para exposiciones oral e inhalación, pero recientes estudios sugieren que IV sería más apropiado para exposiciones oral, dermal, e inhalatoria. Sin embargo, sigue en Clase I (severa) para exposición ocular. La revisión en 2000 concluyó que "bajo las condiciones de uso presente y esperado, no hay potencial riesgo del herbicida Roundup en poner en riesgo de salud a humanos".
En el marco de una audiencia pública realizada en el Concejo Deliberante de la localidad bonaerense de Pergamino, que busca implementar el Programa Agro Limpio, el ingeniero agrónomo, Pedro Leiva del INTA local brindó números concisos y reveladores de la cantidad de fitosanitarios que se utilizan en el Partido y los niveles de toxicidad de cada uno.
En Pergamino hay casi 260 mil hectáreas cultivables que representan el 88% del Partido. El cultivo de soja constituye el 77% de área total, Mientras, de trigo hay unas 20 mil hectáreas, un poco menos de maíz y pequeñas cantidades de sorgo y girasol que serían unas 1500 hectáreas.
“Aquí se utilizan anualmente alrededor de 3 millones de litros de plaguicidas y de esos herbicidas en 91% es glifosato”, explicó el técnico quien detalló que el 89% de los productos utilizados son herbicidas, el 9% son de insecticidas y el 2% son funguicidas.
El 56% de los envases corresponde a herbicidas, el 38% a insecticidas y el 65% a funguicidas. “El hecho de que se comparta la cantidad de envases entre insecticidas y herbicidas quiere decir que los envases tienen distintos tamaño”, aseguró.
Luego de las estadísticas y números para graficar los índices de productos que se utilizan, el ingeniero agrónomo fue rotundo en su aseveración: “La toxicidad de los insecticidas es 140 veces más alta que la de herbicidas y funguicida y es por eso que yo no entiendo por qué no se utiliza un poquito de criterio al hablar del glifosato cuando nuestro principal enemigo en el frente de batalla son los insecticidas que son el real problema de contaminación”.
Los insecticidas son los más peligrosos de todos los fitosanitarios porque afectan la transmisión del impulso nervioso. Los insectos, tienen un sistema nervioso central el cual es afectado y les produce la muerte.
“Si bien todos los productos son importantes, lo urgente es la gran cantidad de envases de insecticidas que están sueltos”, sostuvo Leiva al hablar de lleno sobre el Programa Agro Limpio, el cual está dedicado al reciclado de los bidones vacíos de los productos fitosanitarios.
El relación a los sistemas de producción agrícolas del país, reconoció que “nos guste o no a mí, a ustedes, al INTA, a AAPRESID, a ACREA, a la Sociedad Rural o a quien fuera, es dependiente de los plaguicidas que no se pueden reemplazar fácilmente porque si al sistema le quitamos los agroquímicos se cae”.
Reciclado: el problema de los envases
Según datos aportados por el especialista, en 1991/1992, había 40 millones de kilos o litros de productos mientras que en 2006/2007, hubo 250 millones por lo que el aumento del uso de fitosanitarios “viene al galope”.
“Hoy, el tema de los envases es muy diferentes de hace 20 años”, aseguró Leiva quien explicó que “antes se barría debajo de la alfombra y hoy ese recipiente cuesta 1,20 pesos sucio en Pergamino por lo que quiere decir que se utiliza para reciclar”.
En tal sentido, el ingeniero agregó que los bidones “están contaminando más allá de lo que uno pueda imaginarse porque uno no sabe si cuando está en una estación de servicio no revuelve el café con una cucharita hecha con un envase reciclado”.
Por último, alertó que si no se toma ninguna medida “año tras año, eso se van acumulando los productos de esos envases no trazados que al ser reciclados son altamente tóxicos, no sólo para los productores, sino para toda la comunidad”.