La exposición fetal a una sustancia de los plásticos se vincula con las enfermedades respiratorias en los niños. nlm.nih.gov, 07/10/14.Un experto recomienda que las mujeres embarazadas eviten las comidas enlatadas y los plásticos que contengan BPA. La exposición en el embarazo a una sustancia química que se encuentra comúnmente en los plásticos y las latas, conocido como bisfenol A o BPA, podría aumentar el riesgo de un niño de problemas respiratorios, señalan unos investigadores.En un estudio de casi 400 mujeres embarazadas y sus hijos, los investigadores hallaron que cada aumento de 10 veces en el BPA en la orina de la madre se asociaba con una reducción del 14 por ciento en la función respiratoria del niño a los 4 años de edad.Leer relacionado: Bisfenol A (BPA) asociado ahora con el asma infantilVer noticia con referencia al artículo original, en inglés
Además, el aumento de 10 veces en el BPA a las 16 semanas de gestación se asoció con un aumento de más de cuatro veces en las probabilidades de respiración sibilante persistente a los 4 años, halló el estudio. La sibilancia persistente puede ser señal de asma. "Las exposiciones maternas al BPA durante el embarazo podrían afectar la salud pulmonar futura del niño", apuntó el investigador líder, el Dr. Adam Spanier, profesor asociado de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore. Sin embargo, los hallazgos fueron inconsistentes. Aunque los niños de 4 años tuvieron una función respiratoria reducida asociada con una mayor exposición al BPA, ese vínculo no se observó en los niños de 5 años, apuntó el estudio. Además, las concentraciones de BPA en la orina de los niños no se vinculó con una reducción en la función respiratoria ni con la respiración sibilante, apuntó Spanier. El vínculo fue solo con la exposición materna, dijo. Pero si las investigaciones futuras confirman el vínculo, la evitación del BPA "podría ofrecer otra vía para prevenir el desarrollo del asma", concluyeron los autores del estudio. Spanier anotó que los investigadores midieron los niveles de BPA en las madres durante el embarazo y siguieron a los niños a partir del nacimiento, y dijo que cree que los hallazgos "respaldan una asociación causal" entre la sustancia y el deterioro respiratorio. El aumento del asma en EE. UU. en las últimas tres décadas ha sido un misterio para los científicos. Uno de cada diez niños de Estados Unidos sufre de la enfermedad respiratoria, según la investigación de respaldo del estudio. Algunos estudios han sugerido que, además de los desencadenantes ambientales como el humo del tabaco y el aire contaminado, la exposición a sustancias químicas comunes como el BPA podría tener que ver con su desarrollo. Por ahora, las mujeres embarazadas y las mujeres que planifican quedar embarazadas quizá deban minimizar su exposición al BPA, aconsejó Spanier. Pero eso puede resultar difícil, dado que el BPA se encuentra en muchos productos del consumidor, como el revestimiento de las latas de comida, algunas botellas de plástico y recipientes de alimentos, y algunos recibos de cajero, apuntó Spanier. Para evitar el BPA, Spanier sugiere comer frutas y verduras frescas, y evitar los productos enlatados. También aconsejó usar recipientes de cristal y evitar los plásticos. Los productos plásticos fabricados con BPA tienen el símbolo de reciclado #7 o las letras "PC" cerca del símbolo de reciclaje, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Para evaluar la exposición al BPA, el equipo de Spanier recolectó muestras de orina de 398 mujeres a las 16 y a las 26 semanas del embarazo, y muestras anuales de sus hijos a los 4 y a los 5 años de edad. El estudio, que aparece en la edición en línea del 6 de octubre de la revista JAMA Pediatrics, halló que por cada aumento de 10 veces en la cantidad promedio de BPA en la orina de la madre, hubo un aumento de casi un 55 por ciento en las probabilidades de algún tipo de respiración sibilante en sus hijos. El Dr. Leonardo Trasande, profesor asociado de pediatría y medicina ambiental de la Facultad de Medicina de la NYU en la ciudad de Nueva York, afirmó que el estudio amplía las "evidencias sustanciales que sugieren que la exposición al BPA contribuye a las enfermedades y a la discapacidad infantiles". Además, plantea preocupaciones sobre la decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. de no limitar el uso del BPA en las latas de aluminio, la principal fuente de exposición al BPA en los niños y en las mujeres embarazadas, apuntó. La agencia prohibió el BPA de las tazas para niños y los biberones en 2012 debido a otras inquietudes de salud. Incluían vínculos potenciales con el cáncer y los problemas conductuales en la niñez. El pasado julio, la FDA actualizó su declaración de 2010 de que el BPA es seguro en los niveles actuales hallados en la comida. La sustancia se ha utilizado en los recipientes de comida desde los años 60, señaló. Pero simplemente porque un producto se mercadee como libre de BPA no significa que sea seguro, advirtió un experto. Steven Gilbert, director del Instituto de Neurotoxicología y Trastornos Neurológicos de EE. UU. en Seattle, dijo que el BPA se está reemplazando con otros compuestos, y los peligros potenciales de esos sustitutos se desconocen. "Es una situación realmente mala. No contamos con unas normas buenas para encontrar sustitutos seguros", lamentó. "Debemos abordar las sustancias químicas como el BPA con precaución". Artículo por HealthDay, traducido por HispanicareFUENTES: Adam Spanier, M.D., Ph.D., M.P.H., associate professor, pediatrics, University of Maryland School of Medicine, Baltimore; Steven Gilbert, Ph.D., director and founder, U.S. Institute of Neurotoxicology & Neurological Disorders, Seattle; Leonardo Trasande, M.D., associate professor of pediatrics and environmental medicine, NYU School of Medicine, New York City; Oct. 6, 2014, JAMA Pediatrics, online